Rebeca López Otal: «Era usuaria de esta librería, vi que sus dueños se jubilaban y me lancé»

Loreto Silvoso
Loreto Silvoso A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La profesora, editora y pedagoga Rebeca López Otal, con sus tres hijas y uno de sus perros, en su librería de Os Mallos, en A Coruña.
La profesora, editora y pedagoga Rebeca López Otal, con sus tres hijas y uno de sus perros, en su librería de Os Mallos, en A Coruña. CÉSAR QUIAN

Profesora y editora de autores infantiles, ha abierto una papelería en Os Mallos

28 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Rebeca López Otal (A Coruña, 1980) estrena librería en la calle Europa, en el barrio de Os Mallos. Además de ser profesora y pedagoga terapéutica en un colegio de A Coruña, también tiene una editorial (Pequeños Diamantes) donde publica libros escritos principalmente por niños, aunque también por adultos. Con sus 43 años, 3 hijas y 4 caniches, hace menos de un mes se ha puesto al frente de la librería-papelería Orizales, a la que ha rebautizado, jugando con el apellido familiar, como Otales.

—Tomar las riendas de una librería en los tiempos que corren... Es una valiente.

—Siempre he sido una persona emprendedora. Ya con 22 años monté mi primer centro para niños que no funcionó. ¿Valiente? Bueno, no me dan miedo estas cosas. Mi marido me apoya y creo en lo que hago.

—¿Qué le movió a dar este paso?

—La librería Orizales, situada en Os Mallos, llevaba funcionando 40 años. Al trabajar en el colegio que está al lado y ser usuaria, salió un día el tema de que sus dueños se jubilaban y traspasaban el negocio. Al momento, me di cuenta de que era mi próximo proyecto. Sin dudarlo, les propuse mis ideas y ahí empezó todo.

—¿Cómo reaccionaron ellos?

—Toñi y Miguel se alegraron de que fuese yo. De hecho, tenían más propuestas y les gustó la mía.

—¿Qué se propone hacer?

—Mi idea es seguir con la esencia de estos años, pero dándole un toque personal. Además, como tengo la editorial y soy profesora y pedagoga terapéutica quiero darle un enfoque pedagógico, trabajando materiales de todo tipo tanto para los profesionales como para los pequeños. Estoy muy interesada en traer material para niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista), dislexia, educación en valores, medio ambiente... Y con la editorial, pues dar a conocer a todos los pequeños escritores que tienen mucho que ofrecer.

—¿Cómo le ayuda a ser mejor librera tener esa doble perspectiva de editora y profesora?

—En los libros de lectura, cada uno busca su estilo o género, así que mi objetivo es conseguir traer esas obras a la librería. Como profesora, mi idea es orientar desde mi experiencia con los materiales que veo más adecuados, pensando siempre en los gustos y preferencias de cada uno.

—Ahora las librerías están más vivas que nunca, con presentaciones, talleres y charlas. ¿Tiene previsto organizar eventos?

—Sí, todo lleva un tiempo y poco a poco le voy a ir dando forma a Otales. Tengo en mente hacer presentaciones, clubes de lectura, talleres literarios para pequeños y mayores. Por supuesto, siempre con la mente abierta a sugerencias.

—Abrió hace pocos días. ¿Cómo ha sido la acogida?

—Creo que buena. Esta es mi tercera semana. Debido a mis otras ocupaciones profesionales, tengo a una persona atendiendo la librería. Es normal que, al principio, a la gente le cueste el cambio. Son muchos años con otras personas al frente, pero la gente nos desea suerte y, de momento, siguen viniendo, je, je...

—¿Qué tal se está en Os Mallos?

—No vivo aquí, pero es un barrio al que le tengo mucho cariño. Estudié en el José Cornide, mis hijas también estudian en la zona y tengo mucho amigos por aquí, así que estoy feliz.

—El nombre de Otales no es casual. Su familia es muy importante para usted.

—Fue mi amiga Rosi la que me dijo: «Rebe, de Orizales a Otales». Así que todo empezó por ahí. Además, como bien dice, mi familia es muy importante para mí. Y mi apellido Otal es el único que hay en A Coruña, así que a mi abuelo, Isidoro Otal, ¡le encantó!

—El otro día contamos que su abuelo ha escrito un libro.

—Publicó con 95 años la historia de su vida. Es un libro que le ayudé a escribir y en el que cada palabra que sale de su boca te deja pasmado. Hoy tiene casi 97 años, pero es como un chaval con ganas de aprender cada día.

«Mis padres tenían en casa una sala que se llamaba ''el cuarto de los libros''»

Rebeca López Otal ha cumplido su sueño de abrir su propia librería.

—¿Qué es leer para usted?

—A través de la lectura podemos vivir numerosas experiencias, además de que me parece muy relajante. Me encantan el cine y las series pero, cuando un libro te engancha, es otro mundo.

—¿Cuál es el poder que tiene leer el libro adecuado en el momento adecuado?

—Un buen libro en el momento justo te empuja a sacar dos minutos de donde sea para leer una página más.

—Cuál fue el libro que le hizo a usted enamorarse de las letras?

—No fui una devora-libros de pequeña. Sin embargo, los de Las brujas y El Zorro me encantaban. También la colección de Manolito Gafotas. Ya de más adulta, me fascinó El club de los poetas muertos o El Código Da Vinci. Siempre me gustó Gustavo Adolfo Bécquer. En la casa de mis padres siempre hubo mucho que leer; tenían una sala que se llamaba «el cuarto de los libros».

—Recomiéndeme un título para leer en la playa este verano.

La maestra, de Jose Antonio Lucero, y sobre todo os recomiendo los libros de mi editorial, Pequeños Diamantes: Historia de una vida y Memorias de un niño entre niños, de Adrián León Pena. Y tenemos un joven escritor, Diego Vilariño, que acaba de publicar Crónica de la Tercera Cruzada, genial para los que les gusta la historia.

—Las bibliotecas municipales coruñesas han puesto una zona de préstamo de libros en la playa de Riazor. ¿Qué le parece la iniciativa?

—Maravillosa. Hay que mover los libros, sobre todo entre los jóvenes. Muchas gracias por esta entrevista. Os espero a todos en Otales. Y a Toñi y a Miguel les deseo una feliz jubilación.