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El colegio Concepción Arenal de A Coruña denuncia que tuvo que empezar el curso «a oscuras» por demoras en el reemplazo del alumbrado

C. P. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El profesor  Carlos Crespo publicó en redes sociales una carta pública donde exponía la situación límite que se ha estado viviendo en el centro, lo que hizo que el Ayuntamiento reaccionara y mandara a unos operarios

17 sep 2024 . Actualizado a las 13:58 h.

El curso comenzó a oscuras en el colegio Concepción Arenal de Cuatro Caminos. Desde hace tiempo, el alumbrado de las aulas se ha ido deteriorando, hasta haber llegado a una situación límite. Así lo relató Manuel Crespo, profesor de 1.º de primaria. En su aula, contó en una carta pública compartida en la red social X (antes Twitter), donde los niños tienen entre 5 y 6 años, solo encienden 4 de un total de 12 neones. 

Por si fuera poco, el calor que aún arrastra el final del verano obliga, en varios momentos del día, a bajar las persianas, dejando a los pequeños casi completamente a oscuras y haciendo imposible realizar tareas de aprendizaje tan básicas como leer y escribir

Este profesor indignado y desesperado, que en su súplica escrita y abierta aclaraba que hacía ya tiempo que se había trasladado esta problemática acuciante al Ayuntamiento (responsable último de las instalaciones educativas) sin obtener más que evasivas, constató esta mañana con sorpresa que su campaña había, por fin, surtido efecto. Luego de recibir tanta atención pública la historia del Concepción Arenal, se presentaron enseguida varios operarios que ya han comenzado las tareas de reemplazo de las luces averiadas —que ascendían, en total, a «50 o 60 en todo el centro», según aseguró Crespo en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz—.

A pesar del feliz desenlace y la reacción repentina, el docente elevaba en el programa radiofónico una reflexión final algo agridulce. Si bien agradecía al Concello la toma de cartas en el asunto, también se lamenta de que haya tenido que llegar la situación a tales límites. «No podemos más que estar contentos, pero tendría que haber habido más agilidad», apuntaba Crespo.