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Hamburgo, el espejo en el que mira A Coruña para su nueva fachada marítima

Mila Méndez Otero
m. m. otero A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

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La transformación del borde litoral de la ciudad alemana es uno de los modelos que se estudian

30 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Es un puerto, el más importante de Alemania y el tercero de Europa en tráfico de contenedores, pero no está en la costa. Para llegar al Mar del Norte desde Hamburgo hay que recorrer 75 kilómetros siguiendo el curso del río Elba, el corazón del estuario. Su reconversión, iniciada en la década de los 80 del pasado siglo, aún está en marcha. El 2025 fue el año fijado para su remate. Sin embargo, desde hace un tiempo, la Hafencity (ciudad puerto), como así se bautizó a uno de sus barrios estrella, es el símbolo de uno de los procesos de regeneración urbanística de mayor envergadura en el continente.

Un espejo en el que se mira A Coruña. Tanto el Ayuntamiento como la Autoridad Portuaria destacan que la ciudad tendrá «su propia fórmula», pero reconocen que es el caso de la metrópoli germana uno de sus referentes en la definición de las líneas estratégicas que consensúan de cara al concurso internacional, y multidisciplinar, apostillan, que la comisión institucional Coruña Marítima presidida por la alcaldesa lanzará en marzo del 2025. Estas son algunas de las claves del llamado modelo alemán.

Dimensiones

65 veces A Coruña. Aunque las magnitudes no son comparables, los muelles germanos ocupan 6.455 hectáreas, 65 veces el espacio de los de A Coruña, y tienen una longitud de 62 kilómetros, la distancia que nos separa de Santiago, las líneas seguidas para llevar a cabo su reconversión, con el fin de adaptarse a las nuevas necesidades portuarias e integrar los espacios en desuso dentro de una malla urbana que se expandió un 40 %, consideran que sí pueden extrapolables al frente marítimo herculino, de seis kilómetros de largo.

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Causas

Un problema de calado. No fue una crisis, sino una nueva infraestructura, la que inició el abandono de los muelles. En 1911 se abrió el túnel de Sankt Pauli para unir las dos partes de la ciudad bajo el Elba. Con la evolución de la navegación y la creación de barcos cada vez mayores, estos no pudieron entrar en Hamburgo porque el túnel impedía el acceso a los de más de 12 metros de calado. Los muelles históricos se quedaron sin actividad y por eso se diseñó una operación para integrarlos en la urbe.

El puerto sigue

La principal actividad. Que los muelles sin uso se hayan reconvertido no quiere decir que la actividad del puerto haya cesado. Hamburgo solo está por detrás de Róterdam y Amberes en descarga de contenedores. El 77 % de la actividad sigue siendo portuaria. El 45,5 % de uso portuario comercial y el 31,3 % portuario industrial. El uso urbano representa el 11 % de la superficie de los muelles. Otro dato, de los 62 kilómetros de frente marítimo repartidos en dos riberas, 26 son de uso público.

Diez nuevos barrios

Por fases. Uno de los aspectos que interesan del modelo Hamburgo, apuntan fuentes del Puerto, es que fue «muy participativo, exponiendo los pasos que se fueron dando». También, «que dispone de buena accesibilidad varia; ferroviaria, con trazado para mercancías y pasajeros, y en transporte público, con paradas de bus y metro». Tiene un aeropuerto internacional a 8,5 kilómetros y se hizo «por fases». El recinto de los muelles se dividió en un frente norte, próximo al casco histórico y de uso público. Ahí están el puerto pesquero y la terminal de ferris y cruceros; y otro sur. Además, nacieron diez nuevos barrios. Cada uno con unas características, los hay más residenciales, más verdes, más comerciales o más culturales. La operación protegió los almacenes históricos, reconocidos como patrimonio de la humanidad por la Unesco en el 2015; apostó por arquitectos de prestigio internacional y por levantar edificios icónicos. El más representativo es la Filarmónica del Elba, inaugurada en el 2017.

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Gestión

Sociedad gestora. Como en otro caso más cercano, Bilbao, la fórmula fue la de una sociedad gestora. La alemana es de titularidad municipal. Para financiar toda la operación, solo el desarrollo de un barrio, la Hafencity, tuvo un presupuesto de 11.000 millones de euros, se recurrió al capital privado, que aportó 8.500 millones adquiriendo suelo para viviendas. Se estima que en las nuevas promociones, 7.000, viven unas 12.000 personas. Hamburgo tiene 1.830.438 vecinos.