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Libertad y seguridad. Eso es lo que se encontrarán las personas que opten por vivir en DomusVi La Ciudad. El centro, situado en un entorno privilegiado en el corazón de A Coruña, es el hogar de cerca de setenta personas. La directora del espacio, María Isabel Otero Fernández-Aperribay, subraya que todos los residentes son independientes. «Todos han venido a vivir aquí porque ellos lo han decidido, son autónomos», expone Otero, que cuenta con más de veinte años de experiencia en el sector residencial.

El centro, que está a solo un paso de As Bárbaras o del jardín de San Carlos, oferta un amplio catálogo de actividades. «Estamos siempre rozando el lleno. Tenemos mucho movimiento porque tenemos dos tipos de perfiles de usuarios. Por un lado, los que se quedan de forma permanente y, por otro, los que vienen temporalmente por diferentes motivos», expone la directora. Las estancias eventuales van desde un fin de semana hasta varios meses. «Lo que cada uno decida. Los motivos por los que vienen de forma temporal son diversos. Desde viajes de familiares, pasando por posoperatorios o incluso obras, a lo mejor están cambiando en casa el baño, de ducha a bañera, y vienen ese tiempo. No tenemos una estancia mínima», detalla la profesional.

Los usuarios también eligen el tipo de habitación en la que estar, ya que desde DomusVi cuentan con estancias individuales, pero también dobles. «La mayoría son para una persona, pero tenemos la otra opción, que es la que eligen matrimonios o grupos familiares, como hermanos. Tenemos varios casos así», indica la directora de un centro en el que los usuarios decoran a su gusto las estancias. «Personalizan sus dormitorios con sus adornos y los muebles que quieran. Es importante, porque lo que hacemos es que la residencia sea su casa. Cada habitación es un mundo», explica Otero.

Por supuesto, en el centro los residentes tienen total libertad para entrar y salir a dar un paseo o tomar algo. «Hay libertad total. También de sus familiares y amigos, que pueden para venir a verlos cuando quieran. No hay horarios, es su casa», apunta la directora, que subraya que la ubicación del centro facilita la vida social de los mayores. «Están a un paso de María Pita, de la Marina y del centro. Eso ayuda a que se animen a salir y dar un paseo. Tienen mucha vida social», expone.

Además de socializar fuera del centro, dentro tienen un amplio abanico de actividades en las que participar, ya que la residencia fomenta el envejecimiento activo. Entre ellas hay algunas enfocadas en trabajar las habilidades físicas y cognitivas de los usuarios, mientras que en otras se busca que los mayores socialicen entre ellos, realizando también iniciativas especiales entorno a festividades locales o nacionales.

Asimismo, en la residencia desarrollan diferentes programas. «Mantenemos el proyecto Protagonistas de nuestra A Coruña. Así, cada mes realizamos una charla con personas de diferentes ámbitos. Este mes vendrá Manuel Arenas, propietario de la librería Arenas», explica la directora, que añade: «A los residentes les gusta estar actualizados sobre todo lo que pasa en la ciudad. Son muy activos y en esas conferencias hacen muchas preguntas a los ponentes», expresa Otero. Además de esas jornadas, desde DomusVi también colaboran con otras entidades, como Afundación, la ONCE, Paideia o la Asociación Española Contra el Cáncer, para promover jornadas divulgativas o talleres.

Junto a las conferencias, desde el centro promueven salidas culturales a las diferentes muestras que acoge la ciudad. «Fuimos a ver la última exposición de la Fundación Marta Ortega Pérez (MOP) en el muelle de Batería, con la obra del fotógrafo estadounidense Irving Penn», expone Otero, que añade que todos los años acuden a la cita organizada por MOP. «Les gusta mucho».

Pero más allá de disfrutar de la programación de ocio y cultura de A Coruña, los residentes también salen a tomar algo en grupo. Así, entre su actividad favorita está la visita que realizan mensualmente a La Leonesa para tomar el aperitivo. «Es la actividad estrella del centro», apunta la directora. En el mítico local coruñés los mayores pasan toda una mañana entre cánticos. «Pedimos unas tablas de embutidos y cantamos. Sobre todo canciones tradicionales gallegas», indica Otero.

Además de cantar, los usuarios de  DomusVi también mueven el esqueleto en la residencia. «Tenemos una actividad de baile con Carlos Manteiga, conocido profesional del sector de las orquestas», apunta la directora, que dice que además en DomusVi acogen actuaciones musicales, «ya que constantemente recibimos la visita de los distintos coros de la ciudad, a los que tenemos que agradecer su colaboración». Asimismo, en el centro realizan talleres de manualidades y cuentan con una actividad con realidad virtual

Entre los puntos fuertes de la residencia está la gastronomía. «Nos diferencia de otros centros que ofrecemos comida muy casera. Se cocina siempre con productos frescos y los menús son adaptados a cada usuario», explica Otero, que añade que además van a poner en marcha la actividad denominada La cocina corazón de la casa, para acercar a los usuarios a los fogones. «Así visitarán la cocina para ver cómo se elaboran los platos y conocer de cerca los procesos», apunta la directora de un centro en el que cada elaboración se adapta, por supuesto, a las patologías de los residentes, pero también a sus preferencias y gustos.

Los usuarios eligen

Los mayores pueden seleccionar entre diferentes opciones las que quieren para su menú diario. «Y por las mañanas, de nuevo, se les pregunta si quieren hacer alguna modificación en los platos», relata Otero. Junto a la directora trabajan en DomusVi La Ciudad un amplio grupo de profesionales bajo el objetivo de que todos los mayores se sientan en su casa. «Las personas son cada vez más exigentes y eso nos hace estar siempre en alerta para mejorar los servicios que prestamos. No podemos olvidar que cada una es diferente y el centro, que tiene sus puertas abiertas para el que quiera conocerlo, al final, es su hogar por lo que tienen que estar cómodas», subraya la directora de un centro con capacidad para acoger a 72 personas.