Un cadáver en descomposición y una caída desde cinco metros: la trágica historia del esqueleto urbanístico de la avenida Fisterra de A Coruña

El esqueleto de la avenida Fisterra en el que el lunes apareció un cadáver en avanzado estado de descomposición fue escenario el pasado año de otro suceso que, por fortuna, no acabó en tragedia. Una mujer tuvo que ser trasladada al Chuac inconsciente después de caer desde una altura de unos cinco metros. La herida era una sintecho que pernoctaba en el inmueble abandonado para resguardarse de las inclemencias meteorológicas. Todo apunta a que el cuerpo sin vida hallado el lunes también era el de una persona sin hogar que frecuentaba el esqueleto urbanístico para el mismo fin. Fuentes municipales señalan que han solicitado en varias ocasiones a la Sareb, propietaria del inmueble sin terminar, que incremente las medidas de seguridad para evitar situaciones como estas. 

El del 376 de la avenida Fisterra es uno de los esqueletos urbanísticos más longevos y de mayor tamaño de la ciudad. Pertenece a la promoción A Fontenova, compuesta por dos edificios —para uno de ellos hay previsión de finalizarlo—. Varias promotoras estuvieron interesadas en hacerse con su propiedad, pero la imposibilidad en aquel momento de legalizar la estructura de cemento al encontrarse en la zona de influencia del plan de emergencia de la refinería Repsol, hizo que se echaran atrás. Sin embargo, un cambio en ese documento que hizo posible continuar con las obras del futuro Breogán Park también modificó la situación de este inmueble. La deuda pertenece a la Sareb, pero se desconoce si hizo movimientos para vender la estructura. 

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