Hartazgo entre los comerciantes de la castrense, en A Coruña: «Los toxicómanos orinan y defecan en todas partes, el olor es nauseabundo»

Tamara Rivas Núñez
T. Rivas A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Luisa, propietaria de la tienda Zalo de San Andrés
Luisa, propietaria de la tienda Zalo de San Andrés Bea Franzo

Una comunidad de propietarios denunció que forzaron la puerta de su edificio para acceder a la zona de trasteros

10 abr 2025 . Actualizado a las 12:56 h.

Los comerciantes de los establecimientos cercanos a la iglesia Castrense empiezan a estar hartos de una situación con la que llevan conviviendo desde hace tiempo y para la que no ven visos de solución. Denuncian que las personas que frecuentan el templo de San Andrés además de protagonizar peleas prácticamente a diario se han acostumbrado a utilizar el espacio público, las fachadas de los negocios y los portales de las viviendas para dormir y hacer sus necesidades. «Todas las mañanas cuando llegamos y a veces incluso por la tarde también nos tenemos que poner a limpiar. Orinan y defecan en todas partes. El olor que dejan es horrible, nauseabundo», afirmó Luisa, propietaria de la tienda Zalo. 

La situación superó los límites hace unos días, cuando forzaron la puerta de un edificio para entrar a la zona de los trasteros, lo que hizo que la comunidad de propietarios del inmueble presentase una denuncia. «Cada vez hay más delincuencia, más toxicómanos y más gente con mala pinta por la zona buscando refugio donde sea. Alguna vez incluso nos hemos encontrado con jeringuillas», indica la comerciante. 

Desde los negocios de la zona lamentan que la situación se mantenga así después de la reurbanización de la vía. «Es una pena que esto siga así con lo bonita que ha quedado la calle. Llevamos meses, por no decir años, teniendo que soportar esto. La gente ve a estos individuos e intenta evitar pasar por aquí y eso nos perjudica», aseguró Luisa. «Cada dos por tres hay gritos y peleas. Los escuchamos incluso aunque estemos dentro de la tienda. Cuando el alcohol y las drogas entran en juego, cualquier chispita hace que salten», concluyó.