Beba y Jean debutaron como hosteleros justo antes de la pandemia tras dejar atrás Venezuela. Empezaron montando un café de barrio y ahora se especializaron en comida de su tierra y las arepas o las cachapas son muy demandadas
04 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Nunca habían trabajado en hostelería, pero «la vida nos llevó a montar un local», comenta Beba. En diciembre hará cuatro años que dejó Venezuela con su marido Jean en busca de un lugar más estable. Él es hijo de gallegos y no tuvieron problemas en regularizar su situación. Pero tuvieron que empezar de cero y con una pandemia por el medio. «Yo era ejecutiva de una compañía y mi esposo tenía una empresa. Montamos en O Burgo una cafetería de barrio con desayunos y alguna especialidad de nuestra tierra. Pero fue justo antes de la llegada del coronavirus y tuvimos que adaptarnos y empezar con la comida a domicilio. Ahora somos un restaurante de platos cien por cien venezolanos», destaca desde Chemex Venezuelan Food, el nombre de una tetera que da nombre al local. Beba es una mujer que rebosa optimismo, de las que contagia alegría. «Ofrecemos lo más parecido a lo que puedes comer en Venezuela. Es comida casera. Somos una réplica de lo de allá, pero utilizando productos gallegos. Conseguir la materia prima fue lo más complicado. Las arepas tienen mucho éxito, en especial la Pelúa, que lleva carne de ternera y queso Gouda. Pero también nos demandan mucho las cachapas, que son unas tortitas de maíz dulce rellenas de queso telita o llanera», explica esta ejecutiva que se convirtió en hostelera en O Burgo. Dice que más de la mitad de su clientela es gallega y el resto de origen latino. Y asegura que el secreto del éxito es dar calidad y cantidad a buen precio. «Tenemos página web y estamos en todas las plataformas», sentencia Beba, ilusionada con su proyecto.