Casa Perucho, platos no muy pesados para trabajadores

M. Rodríguez CULLEREDO

CULLEREDO

MARCOS MÍGUEZ

David Sánchez desvela las claves de su restaurante situado en el polígono de Alvedro

20 oct 2023 . Actualizado a las 18:43 h.

Tras 18 años trabajando en hostelería, 11 de ellos como jefe de cocina, David Sánchez se plantó: quería salir del agobio del 24/7 (horas/días). Habla con pasión de su trabajo, de la hostelería, pero tiene nítida la necesidad de compaginar la vida laboral con la personal, «no todo es trabajar, trabajar, trabajar». Por ello, el pasado mes de marzo abrió su propio restaurante, Casa Perucho, en el polígono de Alvedro (en el municipio de Culleredo) para ofrecer «un menú del día diferente». El nombre del local es el mismo de la casa de comidas que tenían sus abuelos en Boimorto, que además era bar, pensión y ultramarinos.

En el inicio de esta temporada de otoño ha superado ampliamente los cien menús diarios, una meta que se había planteado para que el local fuera rentable. Además están los desayunos, ya que abre a las siete de la mañana: «Ahí el servicio tiene que ser ágil porque es gente que va a trabajar, no vienen a tomar tranquilamente un café». Las «tostas sencillas» son una opción para esa primera hora del día. Y luego están los eventos del fin de semana como las comidas de empresa, la celebración de bodas de oro o ágapes de grupos grandes, un apartado en el que espera seguir creciendo.

Explica David, que fue el chef ejecutivo de Noa Boutique de Oleiros, que la suya es cocina tradicional gallega con «guiso, cuchara y mucho cariño». En esta línea detalla cómo «varío mucho cada día, con cuatro platos frescos. Lo que hago lo vendo todo en el mismo día con lo que hay mucho movimiento. Esa frescura es la clave y la gente se da cuenta.

En la línea de buscar calidad detalla que escapa de los preparados para cocinar: «Lo hago todo. Si es un arroz, hago el caldo, que da más trabajo pero está más sabroso, algo que, asegura, sin duda valoran los comensales.

El alma máter de Casa Perucho evoca que no ha sido fácil llegar a la situación actual en la que centran su trabajo en las mañanas. Ironiza con las declaraciones de un responsable del colectivo de hostelería que hablaba de un horario de «media jornada» que en realidad era de doce de la mañana a doce de la noche. La enfermedad de una persona muy cercana provocó que David se preguntara hacia dónde va la hostelería y la necesidad de romper con una tarea que impida conciliar. Reconoce su cansancio y el de muchas personas del sector, ante situaciones como «que no te paguen lo acordado, que no te abonen las horas extras o que no te aseguren». Cuando planteó un trabajo de lunes a viernes no le resultó difícil reunir a un equipo de personas con las que ya había trabajado antes y que tienen experiencia. Pasó por el paro y tener que buscar un empleo que no lo logró« porque estaba sobrecualificado». Ahora está ilusionado con su Casa Perucho.

«Nuestro ingrediente principal es el cariño», dice. Lo plasman en la preparación de los platos, un menú del día que David Sánchez insiste en calificar como «diferente» ya que elabora «platos para trabajadores pero que no sean pesados».