Los muertos vivientes inundarán las calles del barrio el próximo jueves por la tarde
04 nov 2019 . Actualizado a las 11:44 h.Hay comercios que derrochan imaginación en la pelea por la subsistencia. En los Mallos la lían cada verano con la yinkana de Harry Potter y, en octubre, con el Truco o Trato. Este año, el Halloween se va a superar a sí mismo gracias el juego de escapismo, -con zombis de por medio-, que han organizado una treintena de tiendas. Hablamos con Ana Capelán, de El Caldero de Peltre, y Alba Balsa, de Luces de Bohemia, ambas en la peatonal de Ángel Senra.
Pregunta. ¿Qué tal llevan el ataque de los zombis?
Ana Capelán. Estamos en pleno ataque. Hay una avalancha de gente que se está apuntando al juego. Si el ritmo se mantiene, esperamos una cantidad de zombis como para inundar el barrio.
Alba Balsa. Este año ¡los zombis atacan los Mallos!
P. Como se entere Abel Caballero...
A. B. No somos el alcalde de Vigo pero poco nos falta. [Risas]
P. Todos los años lían una buena con el Truco o Trato.
A. C.El año pasado vinieron más de 500 niños. Fue una locura. El barrio se transforma totalmente.
P. ¿Para cuándo una ampliación de fronteras?
A. B. Aquí pueden participar todos, eh... Vienen niños hasta de Cambre, Oleiros y Arteixo.
A. C. Y para los zombis, ¡hasta de Santa Comba y Viveiro!
P. ¿Todos los comercios reaccionan bien a sus ideas locas?
A. B. La acogida es estupenda.
A. C. Tú sugieres y el barrio responde muy bien a cualquier cosa. ¡Se apuntan siempre!
P. ¿Será porque hay mucha necesidad de hacerse visible?
A. B. Cuando generas un valor, el pequeño comercio lo agradece. Estamos aquí, somos pequeñitos, pero no todo son las áreas comerciales grandes. Hay que hacer crecer el barrio y que se consuma aquí.
P. ¿Cómo se les ocurrió?
A. C. Nos justa jugar y pasarlo bien con los clientes. Vimos que en Sada, Betanzos y otros sitios se habían hecho este tipo de acciones y salían bien.
A. B. Y los niños van creciendo.
Queríamos captar a esos chavales de 10, 12 años y más a los que el Truco y Trato ya no les motiva.
P. ¿Por qué su versión es low-cost?
A. B. Porque hay mucha ilusión pero pocos medios. El precio de la inscripción es un euro y medio, que es la chapita que te identifica como participante.
P. ¿Para que los zombis sepan a quién pueden asaltar?
A. C. Eso es. [Risas]
P. ¿Va a dar mucho miedo?
A. C. Habrá de todo. Sugerimos maquillaje blanco o alguna cicatriz chunga. Y que vengan con una camiseta verde y otra negra, para que se la pongan cuando los conviertan en zombis.
P. ¿Fueron niñas de Truco-Trato?
A. C. Yo recuerdo a mi madre toda la vida contando cómo, en el Birloque, iban a robar las calabazas y las tallaban y las ponían en las esquinas más oscuras con velas dentro. En vez de caramelos, pedían castañas y hacían collares.
P. Nuestro Walking Dead es la Santa Compaña...
A. C. Es que esa tradición era nuestra y la perdimos. Nosotros vamos a pasarlo bien. Y entre que corremos y jugamos, vemos.
Alba Alicia Balsa Berrocal (A Coruña, 1978): Lleva quince años «contra viento y marea» con su tienda Luces de Bohemia, en Ángel Senra. Superviviente, que no zombi.
Ana Capelán Zas (A Coruña, 1975): Estudió Periodismo, pero acabó vendiendo Harry Potters en su Caldero de Peltre con Delia Estraviz.
«Si las grandes áreas explotan el Halloween, ¿por qué el pequeño comercio no?»
Según las organizadoras del primer Zombie-Mallos, se trata de «una yincana donde solo gana el que sobrevive al ataque de las hordas de muertos vivientes que han asolado el barrio».
P. ¿Cuál es el retorno de este tipo de acciones?
A. B. Fidelización y que te pongan en el mapa. Además, si las grandes áreas comerciales explotan el Halloween, ¿por qué el pequeño comercio, no?
P. ¿Cómo está el barrio?
A. B. No somos de las zonas peor paradas de A Coruña. Con toda la crisis del sector, aquí aún queda mucho tejido comercial. Ahora mismo hay un repunte.
P. ¿Contra quién es la batalla? ¿Internet o el centro comercial?
A. B. Están las ventas on-line, los centros comerciales, las cadenas low-cost y, en el medio de todo el tomate, nosotros.
A. C. Que no cobramos gastos de envío y ves el producto y lo palapas y la talla va clavada. Además, Internet también puede ser un arma; y una ventanita maravillosa son las redes sociales.
P. Ya vale, pero el tema es aparcar. Sobre todo, si quiero ir a esa tienda y no soy del barrio.
A. B. Eso es un problema. A veces no se ajustan las políticas locales con lo que necesitamos. El apoyo ahora es muy deficitario. Ya no pedimos que nos hagan, pedimos que nos faciliten. Este tipo de actividades, por ejemplo, si vinieran tuteladas desde el concello, sería todo más fácil.
A. C. Y las trabas burocráticas son muchas. Necesitas empezar siete meses antes y aún así, vas justa.
A. B. Hay pocas facilidades. Y que una ciudad tenga pequeño comercio es altamente beneficioso.
P. ¿Se sienten desamparadas?
A. C. Al menos que, si quieres hacer cosas, no sea todo una carrera de obstáculos.