Natalia Sanchidrián en A Coruña: «Sufrí abusos sexuales y me fui del país. Pensaba que los problemas no me perseguirían»

Loreto Silvoso
loreto silvoso A CORUÑA / LA VOZ

ELLAS

CESAR QUIAN

La escritora y protagonista de una tremenda historia de agresiones protagonizó un evento inspirador en A Coruña

30 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La palabra favorita de Natalia Sanchidrián (Madrid, 1972) es esperanza. Tras sufrir abusos sexuales desde los cuatro años, sigue tratando de superar (con el apoyo de profesionales) una infancia traumática, pero lanzarse a escribir su historia le ayudó a sanar su vida. Con cuatro libros publicados, hoy da conferencias para que otras personas «reconecten consigo mismas». Paseamos con ella por los jardines de Méndez Núñez, a pocas horas de que exponga su caso de superación en el auditorio de Afundación.

—¿Por dónde va a empezar?

—Estuve mucho tiempo fuera de España, porque sufrí abusos y me fui del país. Pensaba que los problemas no me perseguirían.

—¿Quería huir de todo?

—Me pasé media vida huyendo. Las inseguridades y los miedos derivados de los abusos hicieron que desarrollara trastornos de la conducta alimentaria. Cuando por fin me dieron el alta en el centro de psiquiatría, lo primero que hice fue irme a vivir a Inglaterra. Sin dinero, sin trabajo, sin estudios y sin nada, me fui.

—Qué valentía la suya.

—No, porque el miedo lo tenía aquí. Estaba huyendo del entorno que me hacía mal.

—¿Fue un aprendizaje vital?

—Eso es. Creo que todos los trabajos que he realizado durante toda mi vida lo han sido. He trabajando cuidado a ancianos, de camarera, en Zara y cada cosa que hacía me ha aportado algo bueno. Estuve en Dublín, Portugal, Noruega, Suiza, Alemania... No regresé a España hasta que tuve libros escritos. Me armé de valor y decidí volver para publicarlos.

—¿Le costó encontrar editorial?

—Sí, yo era una autora nueva, llevaba mucho tiempo fuera y no conocía nadie. Al principio, nadie quería publicarlos.

—¿Cómo lo logró?

—Mandé como quinientos e- mails hasta conseguirlo. Tenía claro que, si mi historia podía ayudar a alguien, aunque solo fuera a una, lo iba a intentar.

—Y eso que tenía un historión.

—Todos tenemos historias increíbles, lo que pasa es que no las contamos.

—¿Porque no nos atrevemos?

—Mentimos mucho. Tememos mostrarnos como personas.

—Usted se lanzó a contarlo todo.

—Sí, y al final, tuve suerte. Al cabo de un año, me llamó la editorial Planeta y me compró todos los derechos de los libros.

—El último se lo ha autoeditado.

—Es una edición especial de Tu libro interior para esas personas que acceden a mí y me preguntan cómo lo he logrado.

—¿Qué les explica?

—La escritura puede resultar terapéutica, pero no es una terapia. Si hay personas con problemas serios, necesitan ir a los profesionales de la salud mental.

—Una vez pasado ese proceso...

—Ahí entra Natalia y les acompaña en la escritura de su propia historia de superación, que también es un proceso de crecimiento personal y autoconocimiento.

—¿A usted qué le da escribir?

—Escribir me salvó la vida, pero ahora es la manera que tengo de conectar con la gente. Hablo de corazón a corazón. Ese es mi don, conectar con las personas.

—¿Cómo fue su proceso?

—Sigo en ello. Para mí una superación es poder estar aquí ahora compartiendo lo que me ha ocurrido. Eso no significa que no siga teniendo pesadillas o ese estrés postraumático, que es crónico y lo tengo que lidiar con mis herramientas de gestión emocional y, por supuesto, con mis psiquiatras y mis psicólogos.

«Me encanta madrugar para trabajar, cuando los pájaros comienzan a despertarse»

Natalia Sanchidrián tenía una historia de superación personal y no paró hasta lograr contarla, publicarla y compartirla con los demás. Así lo explicó el pasado miércoles en lo que bautizó como un «evento motivacional» para un auditorio de más de doscientas personas. Es el primero que organiza con la ayuda de las coruñesas Andrea Castromil (Fundación Naru) e Iciar Varela, y tuvo tanto éxito que ya quiere repetir.

—¿Es feliz a día de hoy?

—Muy feliz, pero también tengo días malos. Lo que pasa es que he aprendido a recuperarme más fácilmente de lo que lo hacía hace veinte años. La felicidad es aceptarnos a nosotros mismos, descubrir quiénes somos y encontrar el sentido de nuestra vida.

—¿Cuál es su momento del día?

—Soy una early bird. Me encanta madrugar para trabajar; todo está en silencio y los pájaros comienzan a despertarse. Es como si fuera el sonido de la tranquilidad.

—¿Qué explicó en A Coruña?

—La importancia de conocerse a sí mismo, dejar de utilizar las caretas que usamos constantemente y cómo no debemos avergonzarnos por pedir ayuda.

—¿Por qué no lo hacemos?

—Porque pensamos que nos hace vulnerables. Por eso nos avergüenza abrirnos y contar nuestras verdades. Lo que quiero es que la gente no se avergüence de su verdadera historia.

—¿Realmente queremos?

—El 80 % de las personas desean realmente conectar e interactuar de una manera más profunda.

—¿La actitud es clave?

—La actitud de tirar para adelante con lo que sea, a mí me ayudó.

—Es un proceso continuo.

—Es un proceso de vida. Las circunstancias nos han hecho ser de una manera, pero hay una diferencia muy grande entre lo que somos y cómo nos comportamos.

Comparte tu verdadera historia: Natalia Sanchidrián estrenó el 26 de enero en Afundación un formato de «evento motivacional» en el que explicó cómo liberar emociones a través de la escritura. Dejó claro que el primer paso es acudir a los profesionales de la salud mental, como sigue haciendo ella a día de hoy.