El número de vacas triplica al de vecinos en Mesía y en otros concellos de la comarca de A Coruña lo dobla

R. G. A CORUÑA

MESÍA

En Bergondo la estampa de varias vacas cachenas, con sus crías, contrastan con las naves del polígono industrial
En Bergondo la estampa de varias vacas cachenas, con sus crías, contrastan con las naves del polígono industrial

Cuando despertó, la vaca seguía allí. Esto podría decirse, evocando el microcuento de Monterroso, porque las vacas siguen ahí, seguro que sin querer, por las macrogranjas, por los chuletones y hasta por sus pedos. Varios concellos de As Mariñas tienen más vacas que vecinos

12 abr 2022 . Actualizado a las 09:55 h.

«Dicías que eras pobre e tiñas unha vaca, eh?». Era la pregunta del cacique al temeroso campesino en la popular viñeta de Castelao. Eran tiempos en los que una vaca aportaba parte importante del sustento de una familia. De las más de 9.100 explotaciones de ganado vacuno que hay en la provincia de A Coruña, según datos de Medio Rural, casi cinco mil tienen entre una y nueve vacas. Con esta cifra se considera que no están dentro de las granjas profesionales y por ello se denominan «vacas de compañía». 

Una de esas pequeñas explotaciones está en las inmediaciones del polígono industrial de Bergondo y cuenta con un pequeño grupo de vacas cachenas. Esta es una raza de contrastes ya que, a pesar de ser la vaca más pequeña de todas, su cornamenta está espectacularmente desarrollada. Además, ha pasado de estar al borde de la extinción a finales de los años 80 del siglo pasado, cuando solo había unas 300 cabezas en el sur de la provincia de Ourense, a criarse en unos 140 lugares de Galicia, casi siempre con vistas a la producción de carne. Estos productores crearon la Asociación de Criadores de Raza Bovina Cachena y también existe la Federación de Razas Autóctonas de Galicia-Boaga.

Sobre las explotaciones de carne decía Roberto García, secretario xeral de Unións Agrarias: «Con menos de 50 vacas é imposible que o titular da explotación acade o salario mínimo. E o 80 % de explotacións de vacún de carne na provincia están por debaixo dunha renda mínima para poder vivir dignamente».

Esa rentabilidad, y más en estos momentos, es uno de los principales problemas, por no decir el principal, de los productores que en ocasiones se ven sorprendidos por debates sobre los chuletones, el tamaño de las granjas o si los gases de las vacas influyen o no en el cambio climático. Alguna de estas cuestiones las colocan a la altura de aquel viejo chascarrillo según el cual uno de cada cuatro suizos era una vaca. Esto decían, en muchas ocasiones los emigrantes al país helvético, para destacar el elevado número de estos animales que allí habían visto.

Esa proliferación también se da en algunos concellos de la comarca de As Mariñas y en uno de ellos, Mesía, el número de marelas triplica al de habitantes censados. Así, a los 2.530 vecinos les tocan tres vacas a cada uno. A ello contribuye la granja de Xaquín López Ares y sus hermanos, ubicada en Xanceda y con alrededor de medio millar de cabezas. Ellos son descendientes de una familia de ganaderos lucenses que se estableció en Grixalba (Sobrado dos Monxes). En 1994 compraron la finca Arosa y poco a poco, con notable esfuerzo, profesionalizando la gestión y adquiriendo terrenos en lugares como Sobrado, se han ido convirtiendo en una de las mayores explotaciones lácteas de Galicia.

Sobrado es precisamente otro de los concellos donde, junto con Aranga y Vilasantar, el número de vacas duplica al de vecinos, mientras que en Irixoa están casi a la par y en Curtis tocan a unas tres vacas por cada dos vecinos. En este último concello, en las parroquias de Foxado y Santaia, Medio Rural ha puesto en marcha el proyecto piloto de un polígono agroforestal «que tiene como objeto la mejora de la superficie y la estructura de las explotaciones de vacuno, fundamentalmente lechero, y abarca una superficie aproximada de 3.200 hectáreas», explicaron desde dicho departamento a los ganaderos interesados. El pastoreo para producción lechera es la principal apuesta de esta iniciativa ubicada en un espacio que tiene a su alrededor más de medio centenar de explotaciones ganaderas.

La vinculación entre vacas y vecinos ha llegado hasta las redes sociales. Así, existe una cuenta en Twitter @cantasvacashai con la siguiente identificación: «Será un mito o de que hai máis vacas que habitantes? Son un bot que publica cada día o número de vacas por habitante que hai nun concello galego. Datos do IGE [Instituto Galego de Estatística]». Pues esta cuenta, que empezó en el 2018, suma casi cuatro mil seguidores y recibe preguntas de los usuarios sobre el número de vacas en determinado concello. Los datos se van actualizado año tras año, cuando se publican los datos del IGC.

Pero el interés por las vacas va más allá y en el último año ha llegado al cine, nada menos que al Festival de Cannes, en Francia. Allí se proyectó Vaca, una película de la británica Andrea Arnold [ganadora de un Óscar en el 2004 por el corto Was] y que tiene como protagonista a Luma, una vaca lechera de la que va contando su vida, con el parto de un ternero incluido. Aunque entre el público de Cannes alguna escena de la vida diaria de esta vaca provocó algún respingo, no ocurrió así entre los asistentes de Cineuropa, en Santiago, donde también se proyectó. La directora, a la que han comparado con Ken Loach, explicó que siguió a esta vaca lechera durante cuatro años.