Este niño de 12 años con autismo dispone de menos asistencia especial cada año en su colegio de Oleiros. «En Matemáticas y Lengua se desconecta», dice la madre
30 sep 2021 . Actualizado a las 10:27 h.Si Martín pudiese hablar con el conselleiro de Educación, le diría que cuando toca Matemáticas y Lengua este curso, él se desconecta. Si acaso alguna vez a la semana sí recibe ese apoyo de un profesor de Audición y Lenguaje (AL) y otro de Pedagogía Terapéutica (PT). Pero que no, que la mayoría de las veces la tutora de quinto curso de primaria del CEIP Valle Inclán (en Oleiros) le tiene que dar otras materias para que se entretenga, mientras sus compañeros avanzan.
Si Martín pudiese hablar con el conselleiro de Educación, le diría que con la de esta semana ya son tres años seguidos protestando para evitar que recorten especialistas en atención a la diversidad, pero que, justo después de la protesta, al final siempre se mejora lo anunciado.
Martín tiene 12 años, nació con autismo de grado 2. Es risueño, lleva gafas que le dan un toque intelectual y ya ha visto cómo sus compañeros de infantil acaban de empezar en el instituto. Su madre, Gaud Fleury, es una de las que más se está movilizando en el centro para enviar mensajes a la Consellería. «El año pasado teníamos 3 PT, 1 AL y otro más 3 días a la semana, pero este curso nos quedamos con 2 PT y 1 AL», explica. Por eso la mayoría de las veces que tocan Matemáticas y Lengua, Martín ve que sin ayuda lo que les explican no va con él. Fleury tiene fe en las movilizaciones de estos días. «Siempre nos reducen el número de profesores de apoyo con respecto al curso anterior. No entiendo por qué la Administración no le da al colegio lo que pide, nadie mejor que el centro conoce las necesidades. Desde arriba parece que manejan números y no personas, estamos muy asustados», se queja la madre de Martín, quien también acusa problemas de motricidad que hacen necesario otro apoyo en Educación Física. Gaud Fleury señala que su hijo siempre tiene preferencia en los recursos especiales «porque tiene el certificado de discapacidad». «Quizá él sea el caso más grave de este colegio, para hay otros niños con otros problemas que no se les reconoce ese apoyo, los especialistas son fundamentales», sentencia Fleury.
El colegio Valle Inclán fue el último de los siete centros que ayer celebraron concentraciones de protesta con globos y el lema «A piques de estoupar!». Fueron los CEIP Labaca, Emilia Pardo Bazán, Ramón de la Sagra y Sanjurjo de Carricarte (A Coruña), Vila de Rutis, Ría do Burgo (Culleredo) y Valle Inclán (Oleiros).
Fuentes de la Delegación de Educación de la Xunta en A Coruña señalaron a este periódico que el centro oleirense «conta cos profesores asignados pola inspección educativa, quedan cubertas as necesidades de todos os alumnos». «Se precisan máis persoal deben argumentalo», añaden desde Educación.