Exige 100.000 euros a su ex por haber atendido la casa, pero tenía una empleada de hogar
OLEIROS
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También le reclamaba una pensión de 3.400 euros y la Audiencia Provincial de A Coruña la rebaja a 400
19 jun 2024 . Actualizado a las 00:18 h.El de esta pareja de Oleiros no fue un divorcio al uso. Ambos habían dejado otros matrimonios en el pasado, con hijos ya más que criados. Eran de generaciones diferentes. Cuando se casaron en el 2011 él tenía 71 años y ella 56. Y cuando se divorciaron ocho años después el acuerdo no pudo ser amistoso. Según se desprende de la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña, el varón cuenta con un amplio catálogo de recursos económicos, inmobiliarios entre ellos, que le permitieron sufragar la gran mayoría de los gastos mientras vivió con su última exmujer.
Esta había tenido que renunciar a una pensión de mil euros de su anterior marido cuando se casó de nuevo, y tras la segunda separación aspiró a una cantidad más generosa. Pidió una pensión compensatoria «por desequilibrio económico» de 3.400 euros al mes. Además, solicitó una indemnización de 103.000 euros «correspondiente al trabajo para la casa durante la convivencia matrimonial».
A los jueces les llamó la atención el alto nivel de vida de la ya expareja, que pasaba la mitad del año en Oleiros y la otra mitad en un apartamento en Benidorm, donde él tiene otro en alquiler. Y durante la convivencia eran frecuentes los viajes al extranjero. A los ocho años la sociedad matrimonial se deshizo y ella exigió una compensación económica. Pero la Audiencia considera que se excede, de largo, en sus pretensiones. «La convivencia matrimonial duró ocho años y no consta una dedicación especial al cuidado de la casa o la familia (por parte de ella). La situación en que queda la apelante tras la ruptura tampoco es la de absoluta penuria económica», señalan los magistrados, que argumentan que dispone de «unos ahorros considerables» que, aparentemente, no menguaron durante el matrimonio «porque el sostenimiento de las cargas fue sufragado exclusivamente por el esposo».
Desequilibrio económico
El fallo intuye que el hombre mostró una reducción de ingresos con respecto a su situación real. No obstante, la sentencia le es muy favorable. Reconocen el desequilibrio económico para la esposa, pero también la corta duración de la convivencia y la edad y el estado de salud del varón. De este modo, fija una pensión de 400 euros mensuales para ella, muy lejos de los pretendidos 3.400.
Con respecto a la indemnización por haber llevado presuntamente el peso de la casa, a los jueces no les consta que la mujer hubiera contribuido al sostenimiento de las cargas del matrimonio durante la convivencia. «La mitad del año la pareja residía en una localidad del municipio de Oleiros, donde una empleada de hogar se encargaba de todas las ocupaciones cotidianas, incluso dejar preparada la cena y la comida de los fines de semana», reza el fallo de la Audiencia Provincial, que intuye que la vida sería similar durante la otra mitad del año en Benidorm. «No es razonable presumir que fuera precisamente la esposa la que, exclusiva o parcialmente, asumía en esas temporadas el cuidado de la casa, la limpieza, las compras o la cocina», señalan antes de desestimar la pretendida indemnización.