El sanatorio de Cesuras, nunca llegó a concluirse y sigue como ruina casi un siglo después

Antón S. Rodríguez OZA-CESURAS / LA VOZ

OZA-CESURAS

César Domínguez

A menos de 40 kilómetros del hotel balneario de Guitiriz ya hace muchas décadas que sobreviven las ruinas de otro proyecto sanitario

16 jul 2017 . Actualizado a las 11:02 h.

A menos de 40 kilómetros del hotel balneario de Guitiriz ya hace muchas décadas que sobreviven las ruinas de otro proyecto sanitario que, a diferencia del inmueble lucense, nunca llegó a funcionar. De hecho, la construcción nunca llegó a concluirse por falta de fondos en 1930. Se trata del Sanatorio de Cesuras, diseñado en esta zona elevada de la provincia de A Coruña con el objetivo de crear un edificio y un entorno para tratar a los enfermos de tuberculosis. Mientras el edificio de tres cuerpos, diseñado por el prestigioso arquitecto Rafael González Villar (a él se le deben el Kiosco Alfonso, el cine Avenida, la Casa Núñez o el palco de la música de Betanzos), no pasó de uno de los bloques laterales, el parque de alrededor sí llegó a estar casi concluido, con la elaboración de rutas para los enfermos en función de su dolencia, ya que en cada paseo dominaba una especie concreta.

Todo quedó a medio diseñar y el Sanatorio de Cesuras, ubicado en la parcela de O Paraxón, sigue a día de hoy manteniendo su condición de eterna ruina. La reciente unión de los municipios de Oza dos Ríos y Cesuras abrió la esperanza para darle vida por fin y el entonces alcalde, Julián Lucas, reclamó ayudas ante el Gobierno de Madrid para construir en este edificio un centro para mayores. Aquello quedó de nuevo en papel mojado mientras que, por contra, se realizó una tala en buena parte del parque con premura ante la seria amenaza de una plaga que acabó con un buen número de ejemplares.

El primer gobierno municipal de Oza-Cesuras descubriría irregularidades contables que a punto estuvieron de ser elevadas a Fiscalía. Hoy las paredes del Sanatorio están llenas de grafitis, cubiertas de humedad y apenas visitadas por grupos que realizan aquí alguna fiesta (también ha sido un escenario muy reclamado para realizar fotos de boda). El alcalde de Oza-Cesuras, Pablo González, señaló que intentará entre este y el próximo año conseguir los fondos suficientes para restaurarlo. En el 2015 avanzó como idea crear aquí una escuela de hostelería. Ahora es más prudente. «Primero vamos a recuperar el edificio antes de que se caiga y luego veremos su uso».