La sentencia le impone tres años y medio de prisión por sustraer 22.000 euros
22 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Tres años y medio de prisión, el reintegro de los 22.733 euros sustraídos de las cajas fuertes y el abono de los décimos de lotería que también se llevó es la pena impuesta por el Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña a la anterior propietaria de la administración de loterías número 1 de Oza dos Ríos (Oza-Cesuras), una coruñesa de 58 años. Inicialmente, el fiscal pedía una condena de cinco años. El juez José Antonio Vázquez Taín considera probado que es la autora de un delito continuado de robo en el local, con el agravante de abuso de confianza y disfraz.
La mujer vendió el negocio en enero del 2018, trabajó un tiempo para el nuevo dueño y, según el fallo, valiéndose de unas llaves cuya existencia ocultó y aprovechando su conocimiento de las claves de las dos cajas fuertes existentes, entró a robar dos días consecutivos en octubre del 2019. Para no ser reconocida entró con gorro, capucha, una careta artesanal y guantes para no dejar huellas. No accedió por la puerta principal, sino por una interior que da acceso al portal en donde residía y lo hizo llevando unos calcetines de andar por casa, recalca el juez.
El primer día roció con espray de pintura una de las cámaras de vigilancia, desconectó la alarma y manipuló una caja fuerte pequeña, donde tomó la llave para acceder a la grande. El cambio de hora que se produjo ese día provocó que hubiese un desajuste en la apertura de la caja fuerte y optó por llevarse la llave y volver al día siguiente. En esa ocasión, cortó el cable de la caja fuerte, provocando que se parase la grabación y que saltase la alarma. Ella mismo telefoneó al propietario para indicarle que la puerta del local estaba cerrada con llave y que todo estaba en orden.
El juez basa su fallo, contra el que cabe recurso en la Audiencia, en los tres vídeos que hay de los hechos, que considera «esenciales» para aclarar el robo. Allí se ve que quien accede, de constitución femenina y de una complexión similar a la anterior propietaria del negocio, lo hace con llaves propias, que el primer día lo hace sin zapatos y que su única preocupación es buscar las cámaras. En las grabaciones se ve que desconecta la alarma «como si lo hiciese todos los días» y que tras el primer fracaso «parece claramente que ha advertido lo que pasó y reacciona con calma». Cierra y vuelve al día siguiente a coger el dinero. Asegura que todos sus pasos, incluso el saber dónde tiene que coger unas tijeras, denotan familiaridad con la disposición interna de la administración de loterías. El juez considera que la única preocupación de la ladrona eran las cámaras colocadas por el nuevo propietario y su padre después de que dejase de trabajar allí.
Afirma que en los vídeos se aprecia que, por lo demás, actúa con seguridad y sin consultar nada para abrir las dos cajas fuertes, coger la llave y las tijeras, pese a hacerlo en algunos momentos a oscuras. «Si fuera un extraño lo lógico es que tuviese que consultar cosas, pero la persona que aparece en la pantalla no lo hace», recoge la sentencia. Para Vázquez Taín, en «las grabaciones queda claro que es alguien que trabaja o ha trabajado años en la administración» y cree poco creíbles, «por no decir directamente inventadas» las dos justificaciones de la ya condenada dio respecto a dónde se encontraba durante los dos robos.
El juez también descarta que puedan atribuirse el robo a los propietarios. Afirma que el dueño y su padre no «tienen esa constitución, ni estaban en el lugar de los hechos. Luego únicamente una persona pudo realizarlos», estima en alusión a la exlotera, que está actualmente en libertad provisional por esta causa y a la que se le ha reconocido como atenuante en la condena la reparación del daño, por el esfuerzo de consignar 12.000 euros, más de la mitad de lo sustraído.