Otto Mondelo: «Mi padre compró un cedé de Tequila en una gasolinera y cambió mi vida»

EL PULSO DE LA CIUDAD

Otto Mondelo, cantante de A Coruña
Otto Mondelo, cantante de A Coruña MARCOS MÍGUEZ

Con 16 montó su primer grupo y con 18 presenta su primer disco en solitario

12 oct 2020 . Actualizado a las 09:44 h.

En junio cumplió los 18. Llama la atención su marcada personalidad para ser tan joven. «Mis amigos dicen que por la música que me gusta tenía que ser de otra época, de los ochenta o de los noventa», comenta sonriente. Me entrega una bolsa de papel que lleva dentro su primer cedé, dedicado, y una camiseta con el logotipo que utiliza en este inicio de su carrera musical. «Es una edición limitada de 500 unidades. Es casi en exclusiva para la gente que participó en el crowdfounding, porque ahora ni los coches llevan reproductor de cedé. Eso sí, estoy en todas las plataformas digitales», explica el joven cantante coruñés. El disco incluye diez temas propios y se titula Cañahueca. «Fue difícil escoger las canciones entre todas las que compuse. Lo grabé en los estudios Bonham y lo titulé así por la cervecería de la calle Cordonería. Un día fui con un amigo a probar unas cervezas y poco a poco se convirtió en nuestro local de encuentro. Allí pasaron historias muy divertidas y otras no tanto, y los dueños y camareros son muy amables», explica Otto Enzo Mondelo Rodríguez. «Me hace gracia que mi nombre sea diferente. Por parte de mi padre hay un origen italiano y por mi madre, aunque se apellida Rodríguez, hay vínculos con Alemania», matiza.

Diseños propios

Además de la música dice que le encanta diseñar. Sus padres tienen las tiendas Salotto, una en la calle Real y otras en Sanxenxo, Lugo, Puerto Banús y Pontevedra. Ya su abuelo, me cuenta, hacía bolsos en la tienda Frama de San Andrés. Un chico espabilado que se parece mucho a su padre, al que conocí cuando empezaba con las tiendas de moda Mondello. Xa choveu.

Gasolinera a las afueras

Como a todo el mundo, y también a los chavales de su edad, el coronavirus le trastocó muchos planes. Se iba a ir a estudiar Digital Business a Madrid y al final se quedó este curso en A Coruña, donde sigue estudios de márketing a distancia. Su etapa escolar fue en los Maristas y Obradoiro y dice que, cuando tenía siete años, pasó algo que cambió su vida. «En una gasolinera de las afueras de A Coruña mi padre compró un cedé, Vuelve Tequila. Lo puso en el coche y me impactó. De hecho, la última vez que vino Alejo Stivel tuve la oportunidad de ir a saludarlo al camerino. También recuerdo de manera muy especial haber ido a todos los conciertos que estos últimos años dieron aquí los Hombres G. El cedé de Tequila y la música de Hombres G cambiaron mi vida», reconoce Otto Mondelo. Sus canciones favoritas son Nassau y Sin ti, de Hombres G, y Don’t Look Back in Anger, de Oasis. Dice que el reguetón está bien para divertirse, «pero no me gusta». Tampoco se plantea probar suerte en Operación Triunfo. «No estoy de acuerdo con estos programas. Te hacen cantar bien canciones de otros, pero no innovar. Yo iría a espacios, si los hubiese hoy, como La bola de cristal o el Xabarín club. Cierto que OT o La Voz te dan fama y dinero y yo tengo mis sueños, pero no es mi camino. Me gustaría vivir de la música y tocar en sitios donde la gente se sepa tus canciones», afirma. Con 16 años montó su primer grupo con los amigos de la urbanización Valaire de A Zapateira. Se llamaban Los Autónomos «porque los padres de todos lo eran. Después cambiamos a Los Rockets. Finalmente nos quedamos dos personas solas y montamos un proyecto más en serio, Scooter 96, y hasta grabamos un EP de cinco canciones. Nuestra última actuación fue en febrero en La Teresa. Después llegó el confinamiento y empecé la carrera en solitario», resume. Compagina estudios con música y prescinde de alguna actividad deportiva para tener tiempo para las dos cosas. Dice que en sus canciones hay influencia de lo que escuchó en sus 18 años de vida, desde The Kinks a Los Ronaldos. Confiesa que en las fiestas los amigos le piden que toque, pero le da más corte que hacerlo en un escenario. Joven, guapo, cantante… «Las chicas se fijan, pero más por el hecho de que haces algo diferente y expresas sentimientos. Ahora estoy soltero, pero no toco la guitarra para ligar», confiesa con sonrisa picarona. Otto es un soplo de aire fresco.