La entidad calcula que pasarán varios meses antes de que pueda determinar el futuro del edificio, cerrado desde el 2013
07 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La misma mañana de septiembre en la que Abanca se hizo con el hotel Sada Marina por 370.000 euros, tras varias subastas frustradas, el alcalde, Benito Portela, se puso en contacto con responsables de la entidad bancaria para abrir vías de comunicación y buscar la mejor solución para el inmueble, pero transcurridos dos meses desde la puja la entidad bancaria todavía no ha dado ningún paso más por una razón que parece incontestable: el edificio todavía no es suyo.
Fuentes de la entidad aseguran que aún no han concluido los trámites para que se convierta en la propietaria legal del derecho de superficie del inmueble, de cuyo proceso concursal se encargó el juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña, por lo que Abanca calcula que pasarán varios meses antes de que pueda hablarse de qué se va a hacer en el enorme edificio, donde el anterior gobierno local aspiraba a instalar una sede de la universidad privada Fernando Pessoa de Oporto. La lentitud en la tramitación del cambio de propiedad del edificio evidencia que difícilmente hubieran podido cumplirse las previsiones barajadas en su día sobre la reconversión del hotel en centro docente, que la universidad portuguesa tenía previsto abrir en octubre de este año.
Entre las «moitísimas posibilidades» que, según el gobierno local, existen para el antiguo hotel, cuya concesión tiene una vigencia de 47 años, está la de que Abanca gestione directamente el establecimiento o negocie con otra sociedad para que lo explote. En cualquier caso, el uso debería seguir siendo hostelero. Otra opción que podría plantearse sería que Abanca, que era la principal acreedora de la sociedad Sada Marina, cediese el edificio al Concello para que este le cambiase el uso y pudiese ampliar así las posibilidades de explotación del edificio, cerrado en el 2013.