Sin noticias del profesor Rafael: «Me duele mucho por Orientado, lleva muchos años buscando a su padre»

SADA

Rafael Fernández Casas, con sus alumnos de la escuela de Devesos (Ortigueira)
Rafael Fernández Casas, con sus alumnos de la escuela de Devesos (Ortigueira)

Los análisis de ADN confirman que los restos de Trasanquelos no son los del maestro de Sada

07 nov 2024 . Actualizado a las 14:13 h.

«No soy solo un forense, trato con la muerte, pero también con las familias. Ellas son el centro de todo. Hago esto porque hay personas que reclaman a sus familiares. Sufro casi canto tanto como ellas», confiesa al pie de unas fosas en las que trabaja ahora en Narón el antropólogo forense Fernando Serrulla. «No me consuela nada», reconoce después de confirmar los resultados de los análisis de ADN en los que lleva inmerso casi un año. 

Los restos extraídos del cementerio de Trasanquelos en octubre del 2023, en Oza-Cesuras, no son los del profesor de Sada, paseado en agosto de 1936 con 34 años, Rafael Fernández Casas. «Me da mucha pena Orientado porque lleva muchos años buscando a su padre», asiente el forense, que dirige el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), con sede en Verín. 

Se refiere al único hijo que queda con vida del maestro Rafael, Orientado Fernández Lamelas. Tiene 89 años y reside en Ortigueira con su esposa, Sira. A esta localidad de Ferrolterra lo llevó uno de los destinos que tuvo su padre como docente. Dormía en la cuna, apenas contaba con 13 meses, cuando unos hombres irrumpieron en su casa de noche y se llevaron a su padre para siempre. Poder tener un lugar al que llevarle unas flores y que su padre descanse al lado de su madre sigue siendo su objetivo. «Os meus pais estaban moi compenetrados. A miña nai morreu con 94 anos, pensando sempre nel», contó Orientado en Trasanquelos hace un año, hasta donde se desplazó para comprobar los trabajos de búsqueda con el georradar

Orientado Fernández Lamelas es uno de los pocos hijos con vida de los paseados en Galicia
Orientado Fernández Lamelas es uno de los pocos hijos con vida de los paseados en Galicia Gonzalo Barral

A pesar de que varias fuentes sitúan en este camposanto al maestro y escritor republicano, «los cementerios son lugares muy vivos», recuerda Serrulla. En estos casi 90 años que han pasado desde el asesinato hubo muchos movimientos de tierras y de fosas, que complican las labores de exhumación. «Es una decepción para todo el equipo y para la familia, sobre todo. No hemos encontrado restos con signos de violencia ni la fosa. Hicimos el análisis de ADN, pero ninguno de los restos analizados corresponden con el perfil genético de la familia de Rafael. Tampoco, con la de la otra persona que fusilaron con él aquel día, Juan Torreiro», confirma el forense. 

El antropólogo forense Fernando Serrulla explica el proceso para dar con los restos de Rafael a su hijo, Orientado Fernández, que se desplazó hasta Trasanquelos con su mujer, Sira
El antropólogo forense Fernando Serrulla explica el proceso para dar con los restos de Rafael a su hijo, Orientado Fernández, que se desplazó hasta Trasanquelos con su mujer, Sira Gonzalo Barral

A Orientado y a Juan Torreiro «los mataron en una curva en la carretera, a un kilómetro del pueblo de Trasanquelos. Fueron unos vecinos quienes decidieron llevarlos hasta el cementerio. Eran crímenes clandestinos, donde todo se ocultaba, incluso el enterramiento», explica Serrulla. 

La petición de Orientado fue una de las aprobadas en el 2023 por el equipo multidisciplinar de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), Histagra, designado para la búsqueda de los desaparecidos en fosas. Un grupo en el que trabaja la historiadora Conchi López Sánchez. «De momento non temos máis pistas para seguir buscando», indica la historiadora.

«A mi amada Melisendriña», dedicó esta foto Rafael. Fue maestro en escuelas laicas, articulista, galleguista, autor de «Loita» y presidió el ateneo de Sada
«A mi amada Melisendriña», dedicó esta foto Rafael. Fue maestro en escuelas laicas, articulista, galleguista, autor de «Loita» y presidió el ateneo de Sada

Que aparezcan más testigos o alguna información que permita tirar de un nuevo hilo es «la única esperanza que tengo», dice Fernando Serrulla. Le reconforta la comprensión de los familiares: «Es duro, la familia nos agradece que lo hayamos intentado». 

En cierta forma, que el nombre del profesor Rafael no caiga en el olvido ya es una victoria. Sobre él escribió el profesor de la Universidade da Coruña (UDC) Narciso de Gabriel en el libro Os mestres mortos daquel verán, donde recuperó alguna de sus lecciones. Como esta, en la que el maestro dijo: «La escuela debe ser el porvenir cercano: pacifista, humana, social, espontánea, cooperativista y, por encima de todo, activa, es decir, una escuela en la que el niño no sea un vaso que haya que llenar, sino que se le considere un manantial».