Los municipios más anegables del área cuentan con sistemas de bombeo que reducen el riesgo. «Pero o de Valencia tennos que facer reflexionar a todos»
12 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La tragedia de Valencia ha motivado una revisión colectiva sobre el riesgo inundable de cada municipio. Y en algunos de ellos también se están reviviendo episodios con crecidas que alteraron decenas de vidas domésticas. Sada y Betanzos son los principales damnificados en el área coruñesa.
Han pasado ocho años, pero en la localidad costera no se borran los recuerdos de la gran inundación, cuando un cóctel de mareas vivas y lluvias intensas desbordó el río Maior por el centro urbano de Sada, colándose en casas y garajes. «Estes días sentinme moi identificado cos alcaldes e alcaldesas de Valencia, aclarando que o vivido en Sada no 2016 non é comparable», señala el regidor Benito Portela. «Esa sensación de impotencia ante un evento dunha magnitude así non pode máis que facernos reflexionar sobre as políticas que temos que aplicar para minorar o seu impacto». Y Sada escarmentó con su propia experiencia. Desde el 2020 cuenta con un protocolo ante emergencias de este tipo. La última se activo en marzo de este año, con el anuncio de unas lluvias torrenciales. Se colocaron tres bombas de achique más una cuarta mucho más potente (600 metros cúbicos por hora) por si las otras se hacían insuficientes.
Además, el Concello está trabajando con Augas de Galicia en la renaturalización y recuperación del canal fluvial del río Maior, que supone dejar a cielo abierto el último tramo, para lograr una mejora en el funcionamiento hidráulico. «Esta obra é unha absoluta prioridade, temos a oportunidade de situarnos á vangarda en Galicia e en España cun proxecto ambicioso e realista á vez», señala Portela.
En Betanzos las inundaciones nunca fueron tan graves como la de aquel marzo en Sada, pero en cambio son agotadoramente repetitivas. El anterior alcalde, Ramón García, no quiso abandonar el cargo sin dejar solucionado el desbordamiento intermitente del río Mandeo en el Malecón. Arrancó a Fomento un sistema de bombas de achique que se activan con las mareas vivas y los episodios se han reducido de forma considerable.
Pero el problema se está agravando en la zona portuaria, donde se levantan varias naves y negocios. La alcaldesa, María Barral, buscará una solución con Augas de Galicia en una reunión prevista para este mismo mes. Para la regidora son varios los factores de inundación en esta zona. «El cambio climático, el asentamiento del terreno y la falta de un dragado en la ría están haciendo que esta parte de Betanzos se anegue muchas más veces que antes», explica la alcaldesa, molesta por no estar informada de los movimientos de la minicentral del Mandeo, que «nunca notifica cuándo abre las compuertas».
Por otro lado, tiene una patata caliente en el plan general. Hay una zona inundable donde los propietarios tienen un derecho adquirido para urbanizar. «Intentaremos resolverlo sin necesidad de indemnizar», indica Barral.