En la actualidad están disponibles espacios comerciales que forman parte de la memoria colectiva de los coruñeses. Entre ellos, la extinta tienda del Massimo Dutti de Juan Flórez o el número 3 de la calle Picavia, que ocupa la firma de moda Mónica Cordera
30 nov 2022 . Actualizado a las 13:43 h.Muchos coruñeses que ahora rondan la treintena pasaron su infancia correteando por la calle Real. McDonald's arriba, Porvén abajo. Curiosamente, el emblema del sueño americano adormeció pese a estar en (se supone) una de las vías de más tránsito de la ciudad, y desde que echó el cierre, hace doce años, este bajo no ha conseguido encontrar inquilino. Al tiempo que gigantes del maquillaje y tiendas de souvenirs se hacían con esta arteria comercial, Porvén también se despedía de la calle Real, vaticinando así en el 2015 lo que terminaría por pasar: que el comercio tiene nombre de franquicia.
Casas de carcasas mediante, son pocos los emprendedores que pueden enfrentarse al coste de los alquileres de la zona centro de A Coruña; entendiendo por centro las zonas más codiciadas, que como explica Antonio Correa, socio de la inmobiliaria VipKel, son la calle Real y los Cantones, el Ensanche «y últimamente la zona de Cuatro Caminos, que desde que se peatonalizó Alcalde Marchesi, se ha ido revalorizando esta calle y también la parte baja de la Avenida de Oza». Para bares y restaurantes, las niñas mimadas siguen siendo la Barrera y la calle Olmos.
Añade este experto, de hecho, que aunque en la actualidad el movimiento de alquiler de bajos comerciales puede decirse que «está parado», en algunos puntos de la ciudad y pese a la tremenda inversión que supone hacerse con algún que otro negocio, hay locales que vuelan. «En portales como Idealista se anuncia que queda libre un bar en La Franja y el local no dura ni dos días sin alquilarse». Se demuestra que hay enclaves estratégicos que, prácticamente, tienen el éxito garantizado. Ahora bien, hay que contar con un colchón económico para afrontar ciertos retos en tiempos de inflación.
En la actualidad están libres inmuebles de lo más golosos. Sin salir del centro neurálgico, uno puede montar su empresa en bajos que se mueven en una horquilla de gasto de entre 550 euros y 6.000 euros al mes. El precio del metro cuadrado de un bajo comercial ronda los 9 euros en A Coruña, pero en el centro de la ciudad el valor del suelo se dispara. De este modo, un modesto y minúsculo negocio en las míticas galerías Centro Real sale por 550 euros al mes, y a escasos metros un local situado entre gigantes como Calzedonia, Tiger, Decathlon o Bijou Brigitte, arrastra un coste de 3.650 euros.
La zapatería Campos, que cerró en el 2021 tras 134 años de resistencia en la Estrecha de San Andrés, deja consigo uno de los locales más codiciados de la ciudad. Con unos contundentes 300 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, cuesta 6.000 euros cada mensualidad, una cifra que resulta inasumible para la mayoría de comerciantes.
El portal Idealista define la zona de un local que mira hacia la Dársena como «idílica y exclusiva». Efectivamente, se trata de un enclave único que, sin embargo, en lo comercial no termina de arrancar. De hecho, el supuesto caramelito lleva años sin conseguir arrendatario; en parte porque no se puede echar la vista atrás para estudiar qué tipo de negocio puede funcionar mejor. El precio del local también hace temblar: 4.500 euros al mes.
confianza en la zona
Que la confianza en la zona es fundamental a la hora de invertir en un local, lo sabe Gonzalo Cotelo, uno de los socios del restaurante Morriña y de su hermano, el extinto Alia Die, que se situaba al lado de este local especializado en pescados y carnes a la brasa. La casa de comidas donde se divertían preparando cocina fusión está ahora en alquiler por 4.000 euros, una mensualidad que Cotelo cree que en esta zona compensa si montas un negocio de hostelería con un tique elevado. «El precio medio de Alia rondaba los 18 euros, y ahí sí que no salía rentable», comenta este cocinero.
Ya en el Ensanche, la Plaza de Ourense es la milla de oro, casi literalmente. Varios meses lleva libre un local cuyo alquiler cuesta 7.500 euros y donde estaba alojada una entidad bancaria. A escasos metros, en la calle Picavia se encuentran algunas de las tiendas más exclusivas de la ciudad, entre ellas la firma de moda Mónica Cordera. Situada esta boutique en el número 3, el local se encuentra en alquiler según el portal Idealista, donde se pide un desembolso de 4.500 euros al mes. La Voz ha intentado hablar, sin éxito, con las propietarias de la firma, Mónica y María, para conocer el devenir de la marca en la ciudad.
Antes de que el imperio Inditex impulsase la plaza de Lugo como el kilómetro cero de las compras, Juan Flórez era una de las zonas con más solera para ir de shopping y, los locales de esta calle, algunos de los más envidiados. Uno de ellos es el que durante años alojó a Massimo Dutti, y donde posteriormente estuvo 14 Oz. En la actualidad está disponible al mejor postor, que tendrá que soltar 5.000 euros al mes por emprender en esta zona noble.
No todo el mundo puede ni quiere emprender con estos precios, y la gente que apuesta por negocios más modestos, situados en barrios periféricos, suele inclinarse, según comentan desde VipKel, por un modelo que sigue dando buenos resultados: las peluquerías. «Siguen abriéndose cada vez más», aseguran.