
Este negocio de Alfredo Vicenti le ha dado una vuelta de tuerca a su imagen y ha incorporado un sistema perfecto para los que van con prisa: te entregan los pedidos sin salir del coche
11 ene 2023 . Actualizado a las 11:52 h.Explica Lucas Aranda que en los tomates cherry, los plátanos o las naranjas, la diferencia entre un producto bueno y otro más mediocre es abismal. Hasta su tienda de Alfredo Vicenti se trasladan clientes incluso de Betanzos para poder disfrutar en casa de la calidad del género que ofrece Frutas Rey, que ha ido danzando por varios locales de A Coruña. Aunque la marca de la casa es la excelencia, y Aranda explica que la gente sigue pagando por ello, la competencia es feroz y los negocios locales tienen la obligación de reinventarse antes de pedir la eutanasia, y esto es lo que ha hecho, precisamente, esta frutería coruñesa.
Como si de un McAuto gourmet se tratase, los interesados pueden recoger sus pedidos sin bajarse del coche. «Lo hicimos para no perder clientes, pues mucha gente venía a comprar la fruta en su vehículo y en esta zona es imposible aparcar; así les facilitamos la vida». En la actualidad tienen que llamar por teléfono o enviar un whatsapp, pero en un futuro próximo el encargo se podrá hacer vía online. Además, también cuentan con reparto a domicilio para los residentes en la zona de Maestro Mateo y alrededores.
Este no es el único cambio que ha incorporado Aranda en una frutería que para muchos es un clásico en la ciudad. Primero estuvo en la plaza de Lugo, cuando nació hace casi 40 años, y donde adquirió un buen volumen de asiduos y parte de la notoriedad que mantiene hoy en día. Después se cambió a la calle del Comandante Fontanes y, ya por último se instaló en Alfredo Vicenti, 16. Para marcar la diferencia ha centrado parte de sus esfuerzos en darle al local una decoración cuidada, que no se suele ver en este tipo de negocios, «como de una gran ciudad, de Londres o Nueva York», para además darle a las estanterías la mejor iluminación para que la fruta y la verdura luzcan como es debido.
Al buen género hay que sumarle el mejor servicio y atención que, junto a la calidad, hacen que la gente siga pagando la diferencia de precio respecto a lo que ofrece una gran superficie. Así, Aranda ha querido mantener la esencia que hizo famosa a esta frutería cuando la abrió Carmen Vázquez, su abuela política, en 1987.
