Sin «enlace» por la borrasca Ciarán: «Nos casamos en Tailandia y no sé si llegaremos a tiempo»
VIVIR A CORUÑA
El coruñés José Manuel Garrido y su pareja, Janphen Burut, viajan al sudeste asiático para sellar su amor en Ubon Ratchathani
03 nov 2023 . Actualizado a las 16:21 h.El pie de foto de esta imagen podría ser «Sonriendo, como los campeones». Es la frase que añade José Manuel Garrido a la foto que envía para ilustrar su testimonio. Mientras se redacta este artículo se encuentra junto a su pareja en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, esperando para embarcarse en su nueva vida. El tiempo no se lo está poniendo fácil, pues el efecto dominó de la borrasca Ciarán, que estos días provoca estragos por tierra, mar y aire, quizás impida que este coruñés y Janphen celebren su boda en Ubon Ratchathani, la ciudad tailandesa donde nació su prometida.
El periplo comenzó el jueves por la mañana. Como tantos pasajeros, cada uno con su particular historia, la pareja se vio atrapada en Alvedro sin poder volar a Madrid porque su avión sufrió una avería a causa de un rayo, que afectó a una de sus piezas. «Teníamos que haber salido a las 09.20 horas y no lo hicimos hasta las 19.40; el problema fue que en Iberia no nos daban información pero tampoco cancelaban el vuelo, por lo que decidimos esperar; y eso provocó que perdiésemos el enlace que nos permitía llegar con margen a Tailandia». Esta conexión era de vital importancia, explica José Manuel, porque el lunes tiene cita en la embajada española de Bangkok para entregar la documentación que le permita sellar su compromiso, que si todo va bien, se celebrará el 11 de noviembre.
«Me da miedo no llegar a tiempo. Si no realizo los trámites burocráticos no sé cuándo los podré gestionar, y se me echan los días encima. No me fío de que de verdad pueda coger un avión desde Catar a Tailandia en el plazo previsto, la verdad», explica unas horas antes de empezar a recorrerse el mundo por amor. Resignado, asegura que en caso de no tener los papeles, celebrarán la ceremonia igual, puesto que el 3 de diciembre la pareja tiene el billete de vuelta a España. En su caso, su primer viaje al sudeste asiático comienza atragantado, pero le merece la pena el esfuerzo por la que es su pareja desde abril, pero a quien conoce desde diecisiete años.
En los aeropuertos, los tiempos de espera se multiplican y, como en el mejor de los realities, todo se magnifica. Así, aunque apenas se conocen, la pareja hizo amistad con Clara, otra pasajera que se quedó varada en Alvedro sin poder regresar a su casa a tiempo, en la República Dominicana. Junto a su hijo, esta ferrolana también esperaba pacientemente el momento de culminar esta odisea, después de más de 24 horas peinando aeropuertos sin haber cruzado aún el charco. «En otros vuelos, como los que iban cancelando por el mal tiempo, la gente se iba a Madrid en bus o en coche, pero nosotros esperamos porque cada media hora parecía que podíamos salir, y al final nada. Es desesperante y aún me faltan muchas para llegar a casa», lamenta Clara, que había vuelto a Galicia para visitar a su familia.