Muchas barbies de extrarradio y un tal Ness en la oda a los 2000 del concierto de Melendi en A Coruña
VIVIR A CORUÑA
La primera de las tres citas que convierten al asturiano en rey del Coliseum fue puro anacronismo. Justo lo que pedía el público
06 nov 2023 . Actualizado a las 14:54 h.Habla Melendi en Con la luna llena de vicios inconfesables. Para muchos de los 22.000 personas que estos días acuden a los tres conciertos que el asturiano ofrece en el Coliseum de A Coruña, la asistencia a este recital consistía precisamente en esto: pasarlo bien y, Milindri, si te he visto no me acuerdo. El artista de algunos de los mayores hits en español de comienzos del milenio, ofreció una retahíla de canciones que todo el mundo conoce, aunque no a todo el mundo le gusten. Sin embargo, sus letras socarronas y accesibles, y unas melodías que se cuelan en el cerebro (especial mención a Caminando por la vida), hicieron que hasta quienes reniegan del nuevo Melendi, más descafeinado y buenista, lo diesen absolutamente todo durante las dos horas de espectáculo.
El homenaje a su prolífica trayectoria, que lleva por nombre 20 años sin noticias, arrancó con El parto. Este tema pertenece al disco Volvamos a empezar, que precisamente hace referencia a eso que había juntado a tanto viejo millennial: Sin noticias de Holanda. El cedé, porque todo el mundo lo escuchó en este formato, juntaba emblemas generacionales como Caminando por la vida, Mi rumbita pa tus pies o Sé lo que hicisteis. Evidentemente sonaron, y el Coliseum se vino abajo, pero también se alcanzó el éxtasis con Piratas del bar Caribe o Un violinista en tu tejado,canciones que forman parte del repertorio de esos otros y nuevos Melendis; ya sin rastas, ya sin kanciones con k.
Hay detalles del concierto del ovetense, cuya puesta en escena es más que digna, que recuerdan al mejor C Tangana. Y letras en las que a veces se reconoce a Joaquín Sabina, ese enfant terrible experto en radiografiar contextos con precisión quirúrgica. Sucede en Tu jardín con enanitos o La promesa.
Este concierto de Melendi, que tendrá sendos bises la noche de este sábado y mañana domingo, es puro anacronismo: café para muy cafeteros conocer a la novia del tal Ness, hablar de barbies de extrarradio en tiempos de Greta Gerwig y entonar el Cómo hablar de Amaral como si fuese el último temazo viral. Eso justo estaban buscando los (ya) talluditos que arrasaron con las entradas de tres recitales que coronan a Melendi como rey del Coliseum. Ni el propio Melendi se creía haber llegado tan lejos. Y seguir sin noticias de Holanda.