A Coruña, el segundo plato de las operaciones inmobiliarias que realizan los extranjeros en España

VIVIR A CORUÑA

En esta provincia, el 1 % de las viviendas que se ofertan las compran inversores foráneos. La cifra comenzará a crecer en la urbe herculina y alrededores por el efecto dominó que provoca la saturación del mercado en Baleares, Levante o la Costa del Sol
18 dic 2023 . Actualizado a las 11:07 h.El caso de David Chipperfield es todavía excepcional en la provincia de A Coruña. Este premio Pritzker, el Nobel de Arquitectura, veranea en Corrubedo junto a su familia, procurando alejar la etiqueta de turista de sus semanas en Galicia para colgarse la de vecino. El londinense suele decir que esta maravilla barbanzana le permite «vivir realmente», un objetivo que buscan miles de europeos en Baleares, la costa levantina o Andalucía, y que es cada vez más complicado de alcanzar. La saturación del mercado inmobiliario, una densidad de población descontrolada en época estival y el precio de la vida acercándose al de una gran capital, provocan un efecto dominó que, según auguran los expertos, acabará poniendo zonas estratégicas de Galicia, como puede ser Oleiros, en el punto de mira de infinidad de inversores británicos, belgas o alemanes.
Según los datos recogidos por la Estadística Registral Inmobiliaria de los Registradores de España, en el tercer trimestre de este año, el inversor extranjero representó el 15,44 % de la totalidad de las compraventas; una cifra que ha ido subiendo paulatinamente desde la crisis del ladrillo del 2008. La foto por comunidades deja datos enfrentados, y mientras en Alicante casi el 40 % de las operaciones que se cierran se firman con extranjeros, en Ourense el porcentaje no alcanza el 1 %, siendo de hecho la provincia que suscita menos interés para los de fuera. A Coruña se queda con un exiguo 1,63 %.

Desde la inmobiliaria Romar apuntan que, en lo que respecta a la urbe herculina, sí perciben un aumento en el número de interesados en comprar una segunda residencia en esta ciudad, porque los precios de los inmuebles —respecto a otras zonas— aún son competitivos y, además, el clima de otros puntos de la península hace que lugares que antes se veían atractivos ahora lo sean menos. «Hoy mismo [por el miércoles] le enseñé un piso en Os Castros a una chica holandesa. Tiene muy claro que quiere comprarse una casa en A Coruña para tenerla como segunda residencia y venir a pasar temporadas largas; viene sola y nos ha pedido que le ayudemos con las zonas, porque tiene miedo por el tema okupas y porque no controla la ciudad. Como ella ya te digo que hay bastantes». Dentro de esos «bastantes» que menciona Carmen Martínez, agente de esta inmobiliaria, afirma que puntúan alto los británicos. «Son los que más se interesan en Oleiros, pero también en otros puntos del área que antes estaban parados y ahora se están dinamizando, como puede ser el caso de Culleredo».
Víctor López, de la inmobiliaria Tilit Realty, cree que A Coruña todavía no genera esos deseos que provocan otros puntos de la geografía española, y que los extranjeros que suelen mover el mercado inmobiliario de la ciudad y su área son trabajadores de Inditex, que «suelen optar por el alquiler y no la compra porque están aquí de paso». No obstante, sí percibe que en el futuro los extranjeros van a prestarle atención al cinturón metropolitano de esta ciudad, «como ya ha pasado con Costa da Morte o incluso con zonas rurales de interior, donde están comprando holandeses y británicos».

En la inmobiliaria Ünique, especializada en viviendas de lujo, efectivamente perciben esta tendencia y, en su caso, apuntan que en lo que respecta a Galicia, en el último año las ventas a extranjeros crecieron un 9 % respecto al ejercicio anterior. «Hemos tenido un incremento, sobre todo, en lo que respecta a clientes de países latinoamericanos, especialmente de México y Venezuela, pero también hemos sellado más operaciones con suizos y británicos».
Para Víctor López, que los foráneos pongan el ojo en esta esquina peninsular tiene su cara y su cruz. La cara es el beneficio que obtienen los propietarios de las viviendas en venta, pues estos inversores «normalmente tienen una capacidad adquisitiva más elevada que sus competidores en España y apenas ponen pegas a los precios porque todo les parece barato». La parte negativa es que en mercados donde los estudiantes denuncian que no encuentran piso y las inmobiliarias lamentan que apenas hay inmuebles disponibles, estos potenciales compradores dejan a parte de la población sin trozo del pastel.
Lo confirma Ferrán Font, director de Estudios de la plataforma pisos.com: «Hay una correlación entre los lugares que tienen mayor inversión de extranjeros y lo que cuesta el metro cuadrado de suelo. Ibiza tiene los precios más elevados y ahí han comprado tradicionalmente fortunas británicas y alemanas. Está claro que hay propietarios que salen perjudicados si no se promocionan los sitios donde viven, o no generan interés, pero también es verdad que los compradores internacionales pueden desequilibrar el mercado inmobiliario».