La voz con raíces coruñesas que te lleva a Ámsterdam: «Es más difícil explicar un vuelo en gallego que en neerlandés»
VIVIR A CORUÑA

Cristina Pallas no imaginó que hablar la lengua oficial de los Países Bajos fuera a abrirle alguna puerta laboral en España, pero la vida es azarosa
19 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Tiene acento neutro. No es fácil identificar su procedencia, como ocurre con esas empleadas de tienda que piden refuerzos en caja a través de megafonía o las voces que te anuncian la siguiente parada de autobús. El trabajo de Cristina Pallas suscita infinidad de dudas y preguntas a quien lo descubre. No tanto por su puesto como sobrecargo de vuelo, que también, sino por ser quien está detrás de esos mensajes que te explican el vuelo a Ámsterdam, y que generan pánico y confort a partes iguales. Lo hace en neerlandés. Ahí es nada.
Esta joven de treinta años nació en Róterdam. La historia les sonará parecida a muchos. Sus abuelos paternos, coruñeses, emigraron en los años 70. A esta ciudad portuaria llegó con nueve años el padre de Cristina, que hizo su vida en los Países Bajos y, de hecho, ahí fue donde conoció a su mujer. Cristina creció así lejos de España, desarrollando, antes de instalarse en A Coruña, su pasión por el mundo de la aviación gracias a su tío, que desarrolló diferentes labores en el aeropuerto de Róterdam.
El qué quieres ser de mayor se acercó demasiado, y cuando tuvo que elegir profesión lo tuvo claro: tripulante de cabina de pasajeros (TCP). Tras sus años de instituto en esta comunidad, se quedó en la ciudad herculina para formarse en Air Hostess, y ahí arrancó una ventura que aún escribe su primera página, pero que ya atesora infinidad de anécdotas.

«Cuando entré en Iberia Express decidieron contar conmigo para grabar las voces del vuelo Madrid-Ámsterdam porque hablo neerlandés. Siempre locutan personas de dentro de la compañía, y hacemos mensajes en diferentes idiomas. La clave es que suene natural, no impostada, como si hablases así todo el tiempo». Cristina, que pasó buena parte de su juventud en Galicia, confiesa que le sería mucho más difícil dirigirse a los pasajeros en gallego que en neerlandés. «El gallego me parece dificilísimo; al final el neerlandés es mi lengua materna, y el gallego siempre me costó porque hasta la adolescencia casi no conviví con esta lengua».
Era complicado que pudiese concluir que hablar neerlandés fuera a abrirle alguna puerta laboral en España, pero así es la vida de azarosa. La casualidad también ha hecho que en alguna ocasión un viajero reconozca quién está detrás de las indicaciones sobre el vuelo de Iberia Express que hace la ruta Madrid-Ámsterdam. Y le ocurre cuando graba mensajes en inglés: «Me localizan el acento neerlandés, pese a que mi familia es gallega y me llamo Cristina». Feliz de haber encontrado la profesión de sus sueños, Pallas espera poder seguir volando y prestando su voz siempre que sea necesario. «Espero que lo mejor esté por llegar», remata.