Las casas prefabricadas superan el estigma en A Coruña: «Cada vez que instalamos una vivienda en un pueblo, al poco tiempo tenemos cinco pedidos»
VIVIR A CORUÑA
Susana Álvarez vive junto a su familia en una casa modular en Mera, Oleiros. Este tipo de construcciones forma parte del ramillete de soluciones del Gobierno para atajar la crisis inmobiliaria
19 ene 2025 . Actualizado a las 18:37 h.España suele llegar tarde, pero acaba tomando nota de las lecciones que ofrecen lugares más desprejuiciados en materia de vivienda. Ocurrió con el cooperativismo, que ya se explora en el área de A Coruña y en la propia ciudad, y también con las casas modulares. Precisamente, este sistema de viviendas prefabricadas que lleva años triunfando en el Reino Unido, Alemania o los países nórdicos, es ahora una de las soluciones que acaba de proponer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para aumentar la vivienda disponible de forma más rápida y económica, y así atajar la crisis inmobiliaria que asola al país.
Un modelo habitacional que hasta hace no demasiado arrastraba innumerables estigmas, genera cada vez más interés entre una población que ha visto cómo la oferta de viviendas se ha reducido a la mínima expresión, y también entre quienes prefieren asegurarse un precio cerrado y un plazo de entrega a cuanto más reducido, mejor.
Susana Álvarez es propietaria de una casa modular desde el pasado mes de julio. Su apetecible chalé esta ubicado en Mera, y está encantada de la decisión que ha tomado. Junto a su marido y su hija viven en una vivienda de 160 metros cuadrados que es exactamente lo que estaban buscando.
Hasta el 2024 la familia vivía en un piso que era la mitad de pequeño que esta casa prefabricada, y cuando se plantearon un cambio a Susana se le iluminó la bombilla. «Hace años que conocía Cube [empresa de construcción industrial de viviendas] y ya había visto algunas de sus casas piloto y me gustaban mucho por estética y por el sistema de llave en mano que ofrecen. Salvo pequeñas modificaciones sabes cuánto te va a costar la casa, y a día de hoy es difícil poder decir esto».
La construcción del futuro
Susana asegura que este tipo de casas, que se construyen en una fábrica, en un entorno controlado, le parecen «la construcción del futuro». Lo explica: «Sin tener en cuenta los procesos de obtención de licencia para construir, desde que contacté con Cube en menos de un año estaba viviendo aquí; sin embargo, tengo a gente a mi alrededor a la que le decían que en dos años tendrían su casa lista y se dilataba hasta los tres...». Además, añade esta propietaria, «los materiales son todos de primera, y eso lo nota hasta la gente que viene a casa y me dice: ‘¡Esto parece una casa normal!'. Claro, es que lo es», aclara que responde ella habitualmente. Y pone un ejemplo muy gráfico: «El seguro me cobra lo mismo que en una vivienda tradicional, y esto quiere decir que tienen el mismo riesgo, ni más ni menos».
Susana y su marido escogieron su vivienda entre varios modelos disponibles. En función del presupuesto, el tamaño del terreno y las necesidades, la casa se va adaptando, «y puedes hacer modificaciones, teniendo en cuenta que son módulos, claro».
Por otro lado, de este tipo de hogar valora positivamente su eficiencia energética. «Estamos llevando el control de las facturas y en nuestro piso pagábamos el doble que ahora», cuenta Susana.
Desde la compañía Cube, efectivamente, explican que «la curva de interés en las viviendas prefabricadas se está disparando». «Cada vez que instalamos una casa en un pueblo o una aldea, al poco tiempo, solemos tener cuatro o cinco pedidos. El boca a boca hace mucho y es cierto que son viviendas muy espectaculares que aparecen prácticamente de un día para otro. Es una cosa que llama la atención». Por otro lado, indica, «las revistas de arquitectura y los medios especializados le están dando un impulso importante a estas viviendas aclarando cuáles son sus beneficios y fortalezas, y esto ayuda a la hora de derribar esos estigmas que aún se lastran del pasado sobre que son casas de mala calidad».
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Estos factores son clave, pero si hay uno determinante que acerca a futuros propietarios a este modelo constructivo es «la escasez de oferta que ofrece el mercado actualmente». «La gente que está buscando piso ve que apenas hay opciones y se dan cuenta que, por la relación calidad-precio, casi siempre les compensa hacerse una casa modular», indican desde la empresa.
En la fábrica de Cube, situada en Bértoa (Carballo), se están cocinando en la actualidad treinta viviendas, y solo en la provincia de A Coruña han construido ya 260 casas.