Cocidos que ya no se pueden comer en A Coruña

Y. G.

VIVIR A CORUÑA

Ya llegó el tiempo de cocido.
Ya llegó el tiempo de cocido. MARCOS MÍGUEZ

El negocio de la hostelería tradicional no siempre encuentra su relevo entre las generaciones

19 ene 2025 . Actualizado a las 12:18 h.

Este año, el calendario ha trasladado las laconadas de Carnaval al mes de marzo; el martes de entroido cae el día 4. Una larga espera que da más margen a la temporada de cocidos. Los locales más emblemáticos de la ciudad ya reciben llamadas para reservar desde el otoño pasado. «No paran de llamarnos para reservar. Parece que la gente de la ciudad está descubriendo ahora el cocido», nos cuenta Antonio Amenedo, cocinero del pazo de Santa Cruz de Mondoi. Sin embargo, ya hay un buen número de establecimientos tradicionales que han dejado de servir cocido. La jubilación de sus dueños suele ser la razón principal.

Mesón de Hervés, Mesón Os Castros, Casa Bibiana, Casa Cuba, Lois... son algunos de los establecimientos de la ciudad que figuran en la lista de locales tradicionales donde tomar un buen cocido. Son restaurantes especializados en la cocina de toda la vida, una apuesta por el recetario tradicional, cada vez más de moda por la falta de saber hacer o de ganas en la cocina actual. Una muestra de esta tendencia son recientes aperturas como Arraigo, en la plaza de Vigo, con una carta que apuesta por el «pulpo, ensaladilla, croquetas, jarrete, solomillo, arroces o leche frita», según cuenta a La Voz Fernando Estévez, uno de los socios. Ya en 2023 subió la persiana el bar Quintela, un local con tapas de siempre que sustituyó a un restaurante de comida asiática.

A pesar del nicho de negocio que supone este tipo de gastronomía, no siempre se da continuidad al legado familiar. Es lo que ocurrió, por ejemplo, con Casa Saqués, que cerró sus puertas el pasado año tras más de 75 años de historia. «Muchas gracias por todos los momentos que hemos vivido juntos», rezaba el cartel que consumó el cierre del establecimiento, visitado por todos los alcaldes de la ciudad desde 1947, incluida Inés Rey, que lo hizo a finales de 2023. La razón de este cierre no fue otra que la jubilación de su dueño, Tonecho Saqués: «Llegó la hora de cerrar la taberna. Los últimos años me han pasado factura», explicó.

Hoy, de Casa Saqués casi no queda nada. El inmueble, ocupado ilegalmente durante años, está ahora en rehabilitación para albergar pisos valorados en torno a 300.000 euros.  Sin embargo, el legado gastronómico de su cocido se trasladó pal restaurante Nado, de Iván Domínguez. El pasado 15 de noviembre, sirvieron la misma receta que Tonecho ofrecía en su desaparecida taberna.

La jubilación también fue la razón que llevó al restaurante Casa Julia, conocido como La Pequeñita, en Vilacoba (Abegondo), a cerrar sus puertas en la primavera de 2023. «Xa levo feito moitísimos e toca descansar. Eu non fago máis», explicó a La Voz Amelia Mosquera. Lo mismo ocurrió con Mesón O'Xugo, que hizo las delicias de los vecinos de O Castrillón y Monelos con sus generosas raciones. Como en los casos anteriores, se intentó traspasar el local, pero sin éxito. En 2021, el precio del cocido con sopa estaba en 20 euros, una cifra muy asequible en comparación con los precios actuales, que rondan los 30 euros.

Aunque no era un lugar emblemático, otro de los establecimientos que solía organizar jornadas del cocido en invierno era El Cigarral. El local, ubicado en uno de los laterales de la Fábrica de Tabacos, cerró en la primavera del año pasado. Había abierto en 2017 con una carta de platos caseros como raxo, tortilla o ensaladilla. Actualmente, el bajo sigue cerrado, pero la plaza de la Fábrica de Tabacos no ha dejado de tener aperturas en los últimos años. La más reciente es Da Long Yi Hot Pot, un restaurante oriental.