Un pingüino surfero, protagoniza el primer 'reality show' de dibujos animados que llega a la gran pantalla
CULTURA
Lecciones que vivirá en la isla de Pen Gu de la mano de un puñado de amigos con los que descubrirá que el cariño y el respeto no se ganan con un trofeo.
14 ago 2007 . Actualizado a las 13:06 h.¿Qué nos contarían los personajes de una película de dibujos animados si tuvieran la oportunidad de hablar directamente a la cámara? Esta era una de las vueltas de tuerca más que se le ocurrió al productor de 'Locos por el surf» , Christopher Jenkins, mentor de la última comedia de animación que produce Sony, que empieza a navegar hoy por las pantallas veraniegas de España.
No bastaba con subir otro peldaño de la escalera tecnológica para lograr las olas más reales que se hayan visto nunca. Ni con que la audiencia acabara identificándose con Cody hasta llegar a olvidarse de que es un pingüino, para verlo sólo como un adolescente más. Sino que tenía que ser distinto, imprevisible, rompedor.
Es aquí cuando nace el «mocku-documental», o sea, un falso documental en forma de reality show que sigue los pasos del pingüino adolescente desde su pueblo de la Antártida hasta la isla de Pen Gu. Cody persigue a su vez el sueño de ganar la competición surfera más importante del mundo, siguiendo los pasos de Big Z, un mito del surf desaparecido al que conoció brevemente de pequeño.Lo justo para plantarle la pasión de surf y dejarle con una frase lapidaria que se le ha clavado en la mente. «Sabes, chaval, pase lo que pase, encuentra el modo de llegar, porque eso es lo que hacen los campeones».
Dos directores
Y Cody está decidido a ganar, para que todo el mundo le quiera, le admire y le respete, como a Big Z. ¿Qué pasará cuando por fin salte al mar con su tabla? «¡Pasará algo increíble!», promete Cody, «y espero que la cámara esté en marcha, porque querrás verlo una y otra vez. ¡Va a ser alucinante!»
Para lograr el efecto se necesitaba un elenco de buenos actores capaces de meterse en la piel de los personajes e improvisar sobre sus vidas. Una cámara de hombro, que es la séptima maravilla tecnológica, con la que los entrevistadores se meten en la escena de animación para interrumpir a los personajes y cuestionarles. Y dos directores de primer nivel, Ash Brannon (Toy Story 2) y Chris Bruce (Tarzan) dispuestos a darles margen a los actores para que improvisen sobre el guión con la vida real. Así es como si Shia LaBeouf (Cody) llegaba tarde al estudio por un problema de tráfico, su hermano y su madre en la ficción se estaban quejando ante la cámara sobre lo difícil que es inculcarle un poco de responsabilidad a este chico.
Cody tiene mucho que aprender, tanto en el surf como en la vida.
Lecciones que vivirá en la isla de Pen Gu de la mano de un puñado de amigos con los que descubrirá que el cariño y el respeto no se ganan con un trofeo.