Vuelve a Galicia («donde me gustaría vivir», dice) con la obra teatral «Closer». La veremos en el cine en «El orfanato», preseleccionada por España para los Oscar
21 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.De la Julia de Mar adentro a Julia Roberts. Belén Rueda (Madrid, 1965) interpreta en el teatro el papel que la americana encarnó en el cine en Closer . Tras su paso por Vigo y Pontevedra, la obra, dirigida por Mariano Barroso, llega hoy y mañana al teatro Rosalía de A Coruña. No hay billetes.
-Es su debut sobre las tablas. ¿Qué le da como actriz el teatro que no le aporten el cine o la televisión?
-Cuando hice cine por primera vez, como tienes la cámara muy metida dentro de la cara, me decían: «Tienes que hacer las cosas pequeñas». Cuando empezamos a ensayar Closer , Mariano me decía: «No, no, Belén, tienes que hacer las cosas más grandes». Lo que quiero decir con esto es que en el teatro estás de cara a un público y hay ciertas cosas que tienes que cambiar, por ejemplo la voz. Físicamente también tienes que expresar más claras las cosas con tu cuerpo, pero la base de la interpretación para mí es siempre la misma. Cuando trabajas un personaje siempre lo haces de la misma forma, desde dentro, pero la forma de expresarlo es diferente.
-¿Qué le motivó del personaje de Anna? ¿Qué le pidió Mariano Barroso?
-Yo no conocí Closer por la obra de Patrick Marber sino por la película, que me gustó mucho. Es la típica que vas a ver con tus amigos y después crea debate y a mí esas cosas me gustan. Anna me parece un personaje muy rico que representa muy bien el modo de comportarse de muchas personas, no concretamente de mujeres. Mariano me pidió muchas cosas. Al principio, por la imagen que doy para fuera, así como muy dulce, me pidió que fuera todo lo contrario, un personaje inseguro pero muy firme en aquellas decisiones que había tomado.
-«Closer» es una historia de amor. ¿Alguna nueva conclusión sobre este gran tema?
-Al final son conclusiones que sirven sólo para personajes, porque las conclusiones que tú puedas sacar al prepararte una obra de teatro no tienen que ver con las conclusiones que sacas en tu propia vida. En la vida real, el amor tiene un timing diferente, un recorrido que se alarga mucho más en el tiempo. Sin embargo cuando estás haciendo una obra de teatro o incluso una película tienes que concentrar esas emociones para poder transmitirlas en una hora y media. Con lo cual creo que son conclusiones buenas porque hablas sobre el tema, pero no son aplicables a la vida real.
-Del amor al terror. ¿Nos sorprenderá «El orfanato»? ¿Le gustan las películas de terror? ¿Cuáles?
-Creo que El orfanato es también una historia de amor, aunque desde un punto de vista diferente. Laura, mi personaje en esa película, pasa por momentos terroríficos, no porque te hagan saltar del asiento, sino porque son aquellas partes de nuestra mente, de nuestra memoria y de nuestras emociones que muchas veces no quieres tocar. Las películas de terror me gustan, pero algunas no he conseguido terminar de verlas porque me dan muchísimo miedo. Ya no sólo cuando las estoy viendo, sino después, pasados varios días, me quedo un poquito acongojada. He de confesar que soy incapaz de ver hasta el final Carrie , El resplandor o El exorcista .
-Contaba Mercero el otro día que hay quien le reprocha por la calle la muerte de Chanquete. ¿Y a usted la de Lucía en «Los?Serrano»?
-¡Muchas veces! Los Serrano es una serie que ven desde los más pequeños de la casa hasta los abuelos. Hay veces que los padres van con los niños por la calle y, cuando me ven, les dicen: «¿Ves como no esta muerta?». Si una serie funciona, pasas a ser parte de la familia.
-De nuevo en Galicia, la tierra de «Mar adentro»...
-Ya de antes de rodar Mar adentro tengo un recuerdo maravilloso. Tengo muy buenos amigos en Galicia y en su día hicimos un viaje por toda esta tierra. Con Mar adentro tuve la oportunidad de conocer bien el día a día de la gente, su hábitat, y me parece una tierra muy amable donde me gustaría vivir.
-El programa «VIP» la hizo popular. «Mar adentro», internacional. ¿Son Emilio Aragón y Amenábar sus padrinos?
-Emilio dejó en mí su sello, que era maravilloso, innovador, fresco, cercano, características que hasta ese momento quizá la televisión no tenía. Amenábar me abrió muchísimas puertas porque hasta entonces los directores de cine no habían pensado en mí.
-¿Cuál es su próximo proyecto?
-Tengo un proyecto con un director novel, Óscar Santos, en el que confío mucho. Es un guión de Daniel Sánchez Arévalo.