La Fundación Miró revisa la conquista de la libertad plena para la representación del cuerpo en la última centuria.
26 oct 2007 . Actualizado a las 11:18 h.Desde que el mundo es mundo, la figura humana merece atención preferente de los artistas. La evolución en su representación es constante, aunque los cambios más relevantes en su tratamiento plástico se produjeron a lo largo siglo XX, una centuria tan cruel como rica en avances para el arte y la humanidad. Los protagonizaron científicos, escritores, pensadores y, en especial, unos artistas que vieron madurar la foto y el cine mientras conquistaban su plena libertad creativa. Liberados de los lastres del encargo, de corsés académicos y cánones limitadores, ofrecieron nuevas y osadas representaciones de la figura humana en lienzos y esculturas. Una multiplicidad de representaciones, tratamientos y propuestas desconocidas para un arte que conquistaba nuevos modos expresivos, soportes y materiales para una nueva era: la modernidad que alumbró un caleidoscopio de cuerpos impresionistas, cubistas, expresionistas o surrealistas.
La recreación de la figura humana había trascendido al retrato, al encargo y al ideal estético imperante para convertirse en un motivo capaz de expresar todo tipo de emociones mediante cuerpos estilizados, informes, macizos, policromos, monocromos planos, desestructurados, o multidimensionales.
A explorar esos cambios radicales y enriquecedores que cimientan la modernidad y sus consecuencias para el devenir del arte se consagra la muestra 'Un cuerpo sin límites' con la que la Fundación Joan Miró abre temporada y de la que es comisario el historiador del arte Jean-Louis Prat. Una propuesta en cartel hasta el 27 de enero que invita a revisar el rico pasado reciente que trajo nuevos y aún sorprendentes modos de mirar y representar el cuerpo humano. «Asistimos al inicio de la modernidad a través del nuevas visiones del cuerpo y de unos artistas que han conquistado la libertad creativa en un instante de la historia en el que un mundo se resquebraja y otro se reconstruye» resume el comisario.
Con patrocinio del BBVA, la exposición reúne más de 90 obras entre pinturas y esculturas. Todas realizadas entre 1900 y 2007 por 41 grandes artistas. Pertenecientes a distintos movimientos e 'ismos' de las cambiantes vanguardias, casi todos fueron genios que contribuyeron a modificar decisivamente la representación del cuerpo humano. Creadores singulares como Auguste Rodin, Egon Schiele, Otto Dix, Henri Matisse, Pablo Ruiz Picasso, Joan Miró, Rene Magritte, Marcel Duchamp, Marc Chagall, Henry Moore, Balthus, Albero Giacomemtti, Jean Dubuffet, Michel Basquiat, Willem de Kooning, Lucien Freud, Francis Bacon o Antoni Tàpies.
Buena parte de las piezas de estos grandes creadores han sido cedidas por colecciones privadas, lo que hace de la excepcional muestra una oportunidad única para disfrutar de obras maestras poco habituales en los museos. Unas obras que se confrontan y yuxtaponen para reflejar tanto la riqueza y variedad de los lenguajes artísticos del siglo XX como las aportaciones individuales de cada artista.
Creadores que en algunos casos fueron respetuosos con la pesada tradición académica, que perpetúan en unas imágenes bellas, con formas idealizadas marcadas por la convención y tratamiento que eluden riesgos y no plantean rupturas. Una tendencia que romperá la irrupción de la fotografía y el cine y los logros industriales que obliga a los creadores a buscar alternativas para representar el cuerpo humano.
Desnudo real
Uno de los hitos de la nueva manera de mirar y pintar el cuerpo se había fijado en 1863, cuando Manet pinta su 'Olimpia' y abre una nueva vía. Un nuevo sentimiento que libera y condiciona el hacer de sus contemporáneos. La modelo se exhibe sin vergüenza y cruza su mirada provocadora con el espectador. No es un desnudo académico. Es casi fotográfico, muy real; no estamos ante un cuerpo anónimo camuflado como una divinidad antigua, sino ante la expresión rotunda de la modernidad que se anuncia y que explora esta muestra.
Anticipa una revolución plástica que tendrá su correlato en el siglo XX en campos como el pensamiento político, la investigación científica y médica y los avances industriales que traerán el avión, el tren, los rascacielos o la producción en cadena. Un tiempo que marcaron figuras como Karl Marx, Chaplin o Sigmund Freud. Innovadores que superan límites y dan paso a nuevas razones y pasiones que niegan el pasado, rediseñan el presente y anticipan el futuro.
Avances que tienen lugar en un contexto histórico inédito que obligan a los artistas a responder a acontecimientos como las dos guerras mundiales, el holocausto y la bomba atómica. Hechos que superaron todos los umbrales conocidos del horror y hacen cuestionarse la esencia de un ser humano que ve afloran nuevos males que modifican el modo de entender el mundo y representarlo.
En el convulso siglo XX el desnudo abandona la idealización para mostrarse sin inhibiciones. La belleza se desvincula del formalismo y prueba nuevos patrones, alimentando todo tipo de rebeliones estéticas y una inusitada libertad creadora y expresiva. Las variaciones para representar el cuerpo se multiplican. Los expresionistas ofrecen cuerpos atormentados, los cubistas rescatan elementos y formas primitivas, los surrealistas juegan con claves eróticas y oníricas, los escultores prueban nuevos materiales .
Unos cambios que reformulan los códigos plásticos y que se acentuarán tras la II Guerra Mundial, cuando de la mano de artistas como de Kooning, Francis Bacon o Lucien Freud aparecen cuerpos atormentado que resumen toda la angustia del siglo. «Se refleja la fugacidad de la vida y el alma» plantea Jean-Luis Prat.
El innovador viaje por esta rebelión estética centrada en el cuerpo que realiza la muestra se ha fijado en el catálogo editado en catalán, castellano e inglés, con textos de Jean-Louis Prat, Jorge Semprún y José Luis Pardo. También se ha organizado el seminario 'Un cuerpos sin límites (El cuerpo humano y la modernidad)', con reconocidos especialistas en arte contemporáneo, profesores universitarios y críticos de arte.