El camello que traía droga en los cadáveres de Vietnam

Tatiana López

CULTURA

15 nov 2007 . Actualizado a las 02:24 h.

En 1970 apenas una docena de neoyorquinos podían presumir de ganar un millón de dólares al año. Frank Lucas los ganaba a diario sin salir de su calle. Responsable de más de 60% de la heroína que durante casi 20 años suplió las necesidades de una sociedad ansiosa del placer en vena, la vida de este criminal, reconvertido en informante del FBI, llega a la gran pantalla gracias a la película American Gangster . Dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Denzel Washington y Russell Crowe, esta versión afroamericana de El padrino ha conseguido convencer a una crítica rendida ante la interpretación de sus actores.

Bautizado como «el señor de la droga» o «el Robin Hood de los pobres» (por sus grandes obras altruistas), Frank Lucas nació en realidad en una pequeña granja de un estado sureño. Hombre familiar, tan solo empleaba a consanguíneos de confianza, y especialmente dotado para los negocios, cuenta la leyenda que Lucas llegó a tener como cliente a la mismísima Mafia italiana, incapaz de sobrevivir sin varios gramos al día de su famosa «magia azul». Bajo el bucólico nombre se escondía en realidad una heroína de gran pureza que Lucas conseguía traer desde Vietnam escondida en los ataúdes de los soldados muertos en combate. Su estrategia fue descubierta por su álter ego al otro lado de la ley, el policía Richie Roberts (Russell Crowe).

Con todos los ingredientes de una superproducción -amor, odio, venganza y sangre- no fue, sin embargo, hasta el año 2000, y tras la publicación de un amplio reportaje sobre su figura, cuando la biografía de Lucas empezó a interesar a los estudios. Tomando como referencia el artículo que el periodista Marc Jacobson realizó sobre el delincuente, la película de Scott profundiza sobre el lado oscuro del sueño americano y el peligro de las ambiciones desmedidas.

Consejeros del rodaje

Lejos de terminar con sus huesos entre rejas y haciendo gala de su facilidad para lograr acuerdos, Lucas logró zafarse de su condena, 70 años en total, después de delatar a antiguos compañeros. Libre definitivamente desde el año 2000, entre su círculo de amigos se encuentra ahora el propio policía que los llevo a la cárcel. Precisamente ambos han ejercido como consejeros en el rodaje de su propia historia.