«La vida de los otros», «Siete mesas de billar francés» y «Zodiac» pusieron la calidad en las pantallas
CULTURA
De no ser por los más de 30 millones de euros acumulados por El orfanato y REC (ambos producidos en Catalunya), el año habría sido desastroso para el cine español, que salva así la cara con apenas 12 millones de espectadores, el 12,70% de público que apoya al cine propio según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Cultura.
Una vez más, Hollywood se llevó la palma con el 68,19% (más de 65 millones de espectadores). Del 1 de enero al 9 de diciembre se estrenaron 1396 largometrajes, que vendieron 95 millones de entradas, según la citada fuente.
De ellos, 331 son españoles, frente a 588 de Hollywood. Les siguen Francia, con 128; Alemania, con 120, y el Reino Unido, con 119. Bulgaria, Grecia, Eslovenia y Rumanía, estrenaron un filme cada una. Finalmente, los españoles nos gastamos poco más de 517 millones de euros en el cine.
Los resultados de taquilla no siempre coinciden con su calidad y acogida crítica, por lo que entre las películas españolas más notables estarían Siete mesas de billar francés (Gracia Querejeta), Mataharis (Iciar Bollaín), Bajo las estrellas (Félix Viscarret) y En la ciudad de Silvia (José Luis Guerín). En cuanto al cine europeo, la alemana La vida de los otros (Florian Henckel-Donnersmarck) fue la gran sorpresa del año. También destacó la holandesa Libro negro (Paul Verhoeven). De Francia sobresalieron Conversaciones con mi jardinero (Jean Becker), la superproducción Days of Glory (Rachid Bouchareb) y la animación Persépolis (Marjane Satrapi, Vicent Paronnaud).
Desde Hollywood llamaron la atención de los espectadores dos géneros. El thriller trajo Zodiac (David Fincher), Promesas del Este (David Cronenberg), Adiós pequeña, adiós (Ben Affleck), El buen pastor (Robert De Niro) y El ultimatum de Bourne (Peter Greengraas). En cuanto al género bélico, destacaron Cartas desde Iwo Jima (Clint Eastwood) y Redacted (Brian De Palma), que creó gran polémica en Estados Unidos.