Hollywood celebra sus galardones tras el fin de la huelga de guionistas

Tatiana López

CULTURA

La ceremonia comenzará a las dos y media de la madrugada con 40 millones de espectadores previstos

24 feb 2008 . Actualizado a las 02:24 h.

washington | Nada puede con los Oscar. Este podría ser el título de cualquiera de las producciones que la próxima madrugada a partir de las 2.30 optarán a la popular estatuilla dorada en el teatro Kodak de Los Ángeles. La frase resume como ninguna otra la fuerza del único evento capaz de poner fin a la huelga de guionistas que durante meses azotó las colinas de Hollywood.

Erigida como la gran cita del cine estadounidense desde que en 1929 un grupo de pioneros celebró la primera ceremonia, la gala de la academia se convertirá también hoy en la primera oportunidad de exhibir alfombra roja tras los más de cien días de parón creativo en la industria. Un derroche de glamur acumulado que podría verse empañado, sin embargo, por el mal tiempo, así como por los malos resultados económicos obtenidos por las películas nominadas.

La única excepción en las decepcionantes taquillas ha correspondido a la comedia Juno, capaz de romper la barrera de los 125 millones de dólares de recaudación en tanto que la mayoría de los títulos seleccionados para mejor película languidecen en las salas de cine. Es el caso, por ejemplo, de Pozos de ambición que, a pesar de estar nominada en ocho categorías, apenas obtuvo hasta el momento 32 millones de dólares. Una mala racha económica que la industria espera paliar con la retransmisión del evento, considerado uno de los más rentables en televisión con cerca de 40 millones de telespectadores. Las expectativas están puestas en esta ocasión sobre todo en el mítico presentador John Stewart, que es el encargado de intentar poner la salsa a una ceremonia que, pese a todo, tiene fama de resultar aburrida.

Emoción

La noche promete también emoción gracias al duelo protagonizado por películas como Expiación, Michael Clayton o No es país para viejos. Precisamente la película protagonizada por Javier Bardem, quien parte como claro favorito en la categoría de mejor actor de reparto, podría también pasar a la historia gracias a las cuatro nominaciones obtenidas por los hermanos Coen, quienes de ganar en todas las categorías se convertirían en las primeras personas en acumular tantos galardones por un solo filme.

Otro de los alicientes de la velada será el polémico realizador Michael Moore, nominado al premio al mejor documental por su trabajo Sicko. Azote de la Administración Bush y enemigo acérrimo del presidente, Moore ya ha advertido que, de subir al escenario, volverá a recordar al líder republicano en sus palabras.

Será, en su caso, una perla más para los ochenta años de vida de los premios Oscar, que han reportado un sinfín de anécdotas que en cierto modo definen la idiosincrasia de la industria de Hollywood, mezcla de los intereses mercantiles y de la feroz competencia entre artistas.