La ferrolana Peque Varela rememora su participación en el festival independiente de Park City; allí se codeó con los grandes del cine y cosechó el aplauso del público
28 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.A Peque Varela le cerraron las puertas de algún que otro festival en su Galicia natal, pero se las abrieron de par en par en Sundance, la meca internacional del cine independiente que comanda Robert Redford en Park City (Utah, EE.?UU). Hasta allí viajó el pasado mes de enero con 1977 , un corto de animación en el que Varela presenta a una muchacha que lucha por vivir acorde con su identidad sexual y en el que asoman a la pantalla paisajes tan familiares para un ferrolano como el pueblo de Ares o el barrio de Caranza.
La vigésima cuarta edición del festival finalizó el pasado 27 de enero, y aunque el corto de Varela no fue galardonado -como le ocurrió al resto de las cintas de animación presentadas en Sundance-, sí obtuvo una gran acogida por parte del público y de los programadores que asistieron al certamen. 1977 se proyectó en cuatro ocasiones y en todas ellas «esgotáronse as entradas», cuenta Peque desde Londres, donde vive desde hace ya diez años. «O público aplaudía nada máis saír os créditos, o cal é un bo sinal, e ademais, nas sesións de preguntas e respostas, sempre había alguén que me preguntaba algo da curta, dende o significado de marimacho [término que sale en la cinta] ata a técnica empregada», rememora la ferrolana.
Pero la buena acogida no se quedó solo en aplausos. A raíz de su proyección en Park City, a Varela no han dejado de lloverle las ofertas para participar en otros festivales de cine en distintas partes del mundo. Sin ir más lejos, hace apenas dos semanas la ferrolana viajó a Francia para asistir al prestigioso festival internacional de Clermont-Ferrand -considerado como el «Cannes del cortometraje»- y en los próximos meses tiene previsto participar en certámenes como el Pink Apple de Suiza, el de Tampere en Finlandia, el Torino GLBT de Italia o el Trickfilm de Alemania, por citar solo algunos de ellos.
Así que de Sundance, Helena -como en realidad se llama Peque- solo guarda buenos recuerdos. Además de presentar su trabajo en uno de los grandes escaparates de la industria independiente, allí tuvo la oportunidad de codearse con grandes del cine, como el propio Robert Redford o Quentin Tarantino. Con el primero estuvo desayunando en su rancho de Sundance, junto al resto de los directores del festival. «Quedei contenta de ter a oportunidade de coñecelo en persoa despois de telo visto en tantas películas coas que medrei, e tamén gustoume o que nos dixo: que debemos esquecernos de todo o bombo que se xera ao redor desta industrial e que temos que recordar que se estivemos en Sundance foi polo noso amor ao cine», cuenta Varela.
El alocado y sorprendente Tarantino, que tuvo su cuna artística en Sundance, tampoco la defraudó. «Está tolo, pero é moi simpático», asegura Peque. Y al preguntarle por lo que más la impresionó de su estancia en Park City, no lo duda: «As montañas nevadas que rodean Sundance» y «coñecer a Patti Smith», la madrina del punk.