El experto en mitología bretona y gallega ve claros sus paralelismos
23 may 2008 . Actualizado a las 02:28 h.Reconocido lingüista e investigador, gran conocedor de las lenguas célticas y de la culturas bretona y gallega, Robert Omnés, de 78 años, es, sobre todo, un entusiasta conversador. Esta semana ha visitado Monforte, Ribadeo y Viveiro, donde impartió una charla anoche, en la Escuela Oficial de Idiomas.
-¿De dónde viene su relación con Galicia?
-De mi primer viaje. Sabía que hubo celtas en Galicia porque los castros se parecen bastante a los pueblos que se encontraron en el País de Gales y en Bretaña, aunque son más pequeños, pero con la misma estructura. En 1954 fue mi primera visita, cuando era estudiante. Vine a Galicia con el coro de A Coruña Cantigas da Terra y alquilé una bici para conocer el país. Siempre me ha entusiasmado.
-¿Qué le gusta de Galicia?
-Esos ocasos magníficos, el aire, la lluvia, los elementos del paisaje y la gente. Cuando encuentro a un español que se parece a un bretón digo «seguro que es gallego». Se parecen bastante a los irlandeses, los galeses y los bretones. Pasaron los mismos pueblos y estoy persuadido de que hablaron la misma lengua en cierta época.
-¿Qué le hace pensar esto?
-Hay una correspondencia, según las inscripciones galaicas encontradas. Los celtas de España pertenecían generalmente al grupo gaélico, de Irlanda y Escocia, no al bretónico. Otro elemento que confirma esta opinión es que hay leyendas en Galicia de la conquista de Irlanda por Breogán y en Irlanda hay leyendas de conquistas que vinieron de España, posiblemente de Galicia. La relación entre Galicia e Irlanda parece muy profunda.
-Usted es especialista en leyendas y mitología bretona y gallega. Hábleme de los paralelismos entre ambas.
-Hay varias capas culturales y un elemento común, el culto de los astros, de ciertos árboles, las aguas sagradas de ciertas fuentes que fueron cristianizadas después. La capilla de la romería es casi siempre posterior a la fuente, que fue mágica y sagrada ya antes, en la época de los druidas. Después viene la capa animista, el culto a las piedras y la capa celta, con Brígida, la diosa de la guerra, la madre de los dioses de Irlanda. De ahí vienen Briga y Brigantium, el antiguo nombre de A Coruña y también de Brest [ciudad bretona].
-En cuanto a los dioses...
-Hay que señalar a Bandua, el dios supremo de la cultura castreña, el dios guerrero que se honraba en Galicia porque había un camino iniciático a Bandua, que fue antecesor de Santiago Matamoros, que también figura como guerrero. Bandua tenía caballeros, que eran sus discípulos. Eso ya anuncia la Orden de los Caballeros de Santiago, la peregrinación que iba hacia el oeste, hacia el cabo Finisterre. Allí era donde las almas bienaventuradas se embarcaban, cerca de Corcubión, para ir a la isla de la juventud eterna, Tir na Nog , que era el cielo, el paraíso de los irlandeses.
-Y la muerte...
-Hay otra tradición sobre los difuntos en la época celta, eran las estrellas del cielo. O van a la isla de la juventud eterna o al cielo. Para ellos el infierno era un océano frío bajo la tierra. Todos estos dioses vinieron a ser gigantes en Bretaña, cuyas sepulturas están bajo tierra, en promontorios, cabos, acantilados, colinas. Se dice que algún día pueden resucitar, como si fueran personajes de nuestro subconsciente, rechazados bajo tierra y reemplazados por Dios y los santos cristianos. Es curioso porque Dios es trinidad, pero ya había esa idea entre los celtas, que agrupaban las tres facultades divinas: sacerdocio, guerra y trabajo. Los santos heredaron las virtudes de los pequeños dioses celtas. También tenemos leyendas sobre elementos de la naturaleza, personajes míticos, el korrigan bretón, equivalente al trasno gallego. En Bretaña tenemos menos historias de meigas que aquí. Hay muchas historias de difuntos, he conocido a personas que vieron un entierro dos o tres semanas antes de producirse, hay visiones de desaparecidos. Y es común la Santa Compaña, que para nosotros simboliza la muerte.