La obra ganadora trata sobre la vida de los hispanos en el Alto Manhattan en Nueva York.
16 jun 2008 . Actualizado a las 13:50 h.«In the Heights», el musical sobre la vida de los hispanos en el Alto Manhattan en Nueva York, se llevó hoy el prestigioso Premio Tony al mejor musical de 2008, además de hacerse también con los de mejor partitura musical original, coreografía y orquestaciones.
«In The Heights», que tenía trece nominaciones para estos premios, también llamados los «Oscar de Broadway», ha sido el primer musical latino que llega a los escenarios neoyorquinos, con guión escrito por los puertorriqueños Lin-Manuel Miranda, quien además la protagoniza, y Quiara Alegría.
El Radio City Music Hall, uno de los teatros más emblemáticos de la Gran Manzana, fue el escenario de una colorida y larga ceremonia presentada por Whoopi Goldberg, y que contó con actores como Gabriel Byrne, Glenn Close, Alec Baldwin, Brooke Shields o Liza Minnelli, entre otros, para dar a conocer los ganadores de las diferentes categorías.
Miranda, que participó en uno de los números musicales que amenizaron la velada entre premio y premio, agradeció a su país, Puerto Rico, al recibir el galardón por la mejor partitura musical.
El musical, con hip-hop, rap y salsa, se basa en la comunidad del Alto Manhathan -un lugar que Miranda, de 28 años, conoce bien porque creció en el sector de Inwood, a diez manzanas de ese distrito-, donde ahora vive el mayor número de dominicanos fuera de su país, y en el deseo de progresar sin perder las raíces y costumbres.
Para Andy Blackenbuehler, y Alex Lacamoire y Bill Sherman fueron a parar los premios a la mejor coreografía y orquestaciones, respectivamente, en «In the Heights», un musical que llegó a este codiciado circuito de teatro tras seis meses de éxitos fuera de Broadway.
Este musical también ha ganado otros importantes premios, como el de Mejor Musical del Círculo de Críticos Extranjeros y el Theater World Award of Outstanding Debut Performance.
«Rodgers and Hammerstein South Pacific», una historia romántica que transcurre en una isla tropical durante la II Guerra Mundial, fue el otro musical que reunió buena parte de los premios de su categoría.
Ese musical acaparó los premios de mejor reestreno, iluminación, sonido, dirección, mejor escenario musical (Michael Yeargan), vestuario (Katherine Zuber) y mejor actor de musical, que fue para el brasileño Paulo Szot.
«August: Osage County», de Tracy Letts, fue la obra teatral ganadora indiscutible de la velada, en la que estaba nominada para siete categorías, y llevándose cinco de sus más importantes premios. Esa obra de teatro contemporáneo cuenta el drama de una familia de Oklahoma, en la que con la muerte del patriarca se destapa que la mayoría de sus miembros hacen frente a adicciones a medicamentos y drogas, además de pasar por diferentes situaciones como el incesto o el suicidio que les llevan a la tragedia.
Además de ese galardón como mejor obra teatral, «August: Osage County» reunió los premios a la mejor actriz (Deanna Dunagan), mejor actriz de reparto (Rondi Reed), al mejor diseño escénico (Todd Rosenthal) y a la mejor dirección (Anna Shapiro).
Los premios Tony, fundados en 1947 y que llevan el nombre de la actriz, directora y productora Antoinette Perry, son considerados como los más prestigiosos de la escena teatral estadounidense, y son equivalentes a los Oscar en el cine, a los Grammy en música y a los Emmy en televisión.
En las otras categorías el premio a la mejor obra teatral de reestreno fue para «Boeing, boeing», una comedia romántica que también se llevó el galardón al mejor actor para Mark Rylance.
«The Seafarer», una pieza teatral que transcurre en Irlanda, se llevó el premio al mejor actor de reparto para Jim Norton, mientras que la mejor iluminación fue para Kevin Adams y «The 39 Steps», también fue premiada por el sonido.
En las categorías de los musicales, el del mejor libreto fue para «Passing Strangers», de Stew, y el de la mejor actriz para la protagonista de «Gypsy», Patti Lupone, que en 1980 ya se llevó otro ejemplar de estos medallones de bronce y metracrilato por su interpretación en «Evita».
Boyd Gaines y Laura Benanti, ambos en el musical «Gypsy», recogieron los respectivos premios como mejor actor y actriz de reparto.
En la categoría de mejor vestuario, el Tony fue para Katrina Lindsay por la obra teatral «Les liaisons dangeureuses».