El CGAI proyecta un ciclo sobre el estadounidense Jin Finn, a medio camino entre el cine experimental y la propaganda marxista.
26 nov 2008 . Actualizado a las 10:32 h.Se trata de una rara avis dentro del cine independiente que ha optado, tras una serie de cortometrajes, por el formato del falso documental de duración escuetamente superior a los 60 minutos para realizar una trilogía en la que desmonta los principios de la sociedad capitalista tratando con ironía, e incluso ridiculizando, los preceptos marxistas. Es el director Jim Finn, que ayer presentó en el Centro Galego de Artes da Imaxe su película La trinchera luminosa del presidente Gonzalo como inicio de un ciclo en el que se proyectarán también sus otros dos largos el próximo viernes: la aclamada Interkosmos y la más reciente The Juche Idea.
-¿Por qué ha optado por el formato de falso documental?
-Para mí no son más que ficciones. Son cuentos, con sus personajes. Pero buscaba una estructura narrativa experimental, porque las convencionales son capitalistas. Y mis personajes no me perdonarían que los tratase según los esquemas capitalistas.
-Asegura que sus películas son una crítica al sistema capitalista, pero en ellas el socialismo no sale tampoco muy bien parado.
-No renuncio a mis ideas contradictorias. Soy un hombre de izquierdas, pero no podemos obviar los horrores provocados por las dictaduras comunistas. Al final se trata de una sátira. Nací en Misuri, como Mark Twain, y me siento deudor de esa tradición satírica que siempre arremetió contra el poder.
-¿Cuánto hay de cineasta y cuánto de activista político en usted?
-No, yo soy un artista atraído por el marxismo al que la política le parece lo más grande. Si he de cuantificarlo, podríamos decir que soy tres cuartas partes cineasta y una activista.
-¿Ha recibido críticas extracinematográficas por eso?
-¿Por parte de políticos de izquierdas? La verdad es que pensé que recibiría muchas más, pero es que los marxistas son mucho más tranquilos de lo que solían ser. Hace unos años habría sido distinto, pero ahora apenas quedan regímenes comunistas.
-¿Con «The Juche Idea» da por cerrada la trilogía comunista?
-No podría asegurarlo. Ahora voy a tomarme un descanso tras hacer tres películas en tres años. ?Pero ya estoy dándole vueltas a un corto sobre Ronald Reagan. Parece que nadie habla mal del gran papá de los republicanos, y creo que hay que recordar cómo era la situación internacional en los años ochenta.
-Estará satisfecho con la victoria de Barack Obama.
-Me da miedo que recorte los presupuestos destinados a cultura. Pero las esperanzas son más grandes que eso. Y eso que es un político de centro, ni siquiera de centro izquierda. Eso en mi país es como ser maoísta.