Medio centenar de obras de 39 artistas, donadas por éstos y por las galerías, pasarán a formar parte de esta experiencia piloto del Comité Español de ACNUR
20 ene 2009 . Actualizado a las 16:47 h.Artistas reconocidos como Miquel Barceló, Eduardo Chillida, Antoni Tàpies o Antonio Saura, junto con otros menos conocidos, se han reunido en torno a «Refugi@arte», iniciativa solidaria de ACNUR para recaudar fondos destinados a financiar proyectos para paliar la malnutrición en campos de refugiados de África.
Medio centenar de obras de 39 artistas, donadas por éstos y por las galerías, pasarán a formar parte de esta experiencia piloto del Comité Español de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) que pretende perpetuarse en el tiempo, según avanzó hoy en la presentación del proyecto el presentador Jesús Vázquez, Embajador de Buena Voluntad de esta organización.
Los interesados en las obras, entre las que se encuentran el cuadro «Auto de fe», de Antonio Saura, y «Cometa para ACNUR», de Joan Genovés, ambos con un precio de partida de 30.000 euros, podrán pujar por ellas en la subasta on-line organizada para recaudar fondos contra la malnutrición en los campos de refugiados de Kenia, Chad, Etiopía y Darfur (Sudán).
La subasta on-line se realizará en www.socialbid.es/ACNUR, que está activa desde ayer, y en la que ya se han empezado a recibir pujas para más de la mitad de las obras, y en la que se podrá participar hasta el 30 de enero de 2009.
Entre las obras, que permanecerán expuestas en el BBVA del Paseo de la Castellana de Madrid hasta el próximo 29 de enero, tal y como explicó Sonia González, responsable de Comunicación Institucional de la entidad, se pueden encontrar el grabado de Miquel Barceló «Lanzarote 23», a un precio de salida de 5.000 euros, la serigrafía «Jornadas de medio ambiente», de Eduardo Chillida, a 2.500 euros, o el grabado «Carmí» de Antonio Tàpies, a 4.500 euros.
Otras piezas expuestas en el BBVA, entidad colaboradora del proyecto, son los acrílicos de Joan Genovés «Cometa» y «Decisiones», dos litografías iluminadas a mano de Josep María Guinovart; un fotograbado y aguatinta de Cristina Iglesias; un grabado de Martín Chirino, el dibujo «Niños» de Víctor Ochoa, delicados haikus de Ràfols Basamada o la dignidad de una mujer etíope captada por Sebastiao Salgado.
Valentín Dueñas, presidente del Comité español de ACNUR, recordó que actualmente 32.000 refugiados y desplazados están bajo la protección directa de esta organización, y consideró que cuando se piensa en refugiado se cometen dos errores: pensar que son fundamentalmente hombres cuando el 80 por ciento son mujeres y niños y creer que están en países del primer mundo.
Recordó que el 98 por ciento de los recursos de ACNUR procede de contribuciones voluntarias, y destacó la necesidad de incrementar la aportación de España a la organización, cifrada actualmente en un 2,7 por ciento.
Dueñas indicó que en «Refugi@rte» se dan la mano el mundo de los artistas y el de los refugiados, «que tienen muchas cosas en común», y aseguró que los beneficios de este proyecto irán destinados a paliar la malnutrición fundamentalmente de las mujeres embarazadas y los niños menores de dos años, los colectivos más afectados por este mal en los campos de refugiados de África.
Jesús Vázquez expresó su deseo de que los artistas y galerías que se han quedado fuera de este proyecto participen en siguientes ediciones, y animó a que la gente participe en la puja a través de Internet para que todas las obras se vendan.
Víctor Ochoa destacó la necesidad de que los artistas, «que vivimos en nuestro mundo y nuestra sensibilidad es tan fugaz como un telediario», participen en proyectos como los de ACNUR para que su arte trascienda fronteras, mientras que Eugeni Verdú se mostró encantado con «poder devolver a las culturas africanas y precolombinas esos dioses que habitualmente tomo prestados para mis obras».
Susana Peña, responsable de Sensibilización y Educación de ACNUR, señaló que si se venden todas las obras al mínimo precio de salida se podrían obtener, al menos, 200.000 euros, aunque se mostró esperanzada en que las pujas sean al alza, ya que -dijo- muchos de los cuadros tienen un precio de salida inferior a su precio real.