Una impresionante Kate Winslet sedujo ayer al público de la Berlinale tanto en la gran pantalla como al natural. La radiante candidata al Oscar encarna en The Reader , el último trabajo de Stephen Daldry ( Las horas , Billy Elliot ), a Hanna Schmitz, una mujer que se enamora de un adolescente en el Berlín de los años cincuenta y al que oculta su pasado nazi hasta que un día desaparece inesperadamente. La película, que se estrenará en España el próximo 13 de febrero, está basada en la novela homónima de Bernhard Schlink. El autor alemán confesó ayer que su libro, convertido en un superventas, se basa en experiencias personales. «No es una película sobre el Holocausto, sino sobre la generación de la posguerra alemana», insistieron casi al unísono Daldry y Schlink, en alusión al sentimiento de culpa que la realidad del Holocausto generó entre los alemanes nacidos después de la guerra.
Para la actriz británica, de 33 años, dar vida a la celadora del campo de concentración de Auschwitz fue una «enorme responsabilidad». Porque el reto estaba en «no humanizarla, pero sí convertirla en una mujer capaz de amar y de dar ternura», explicó en una conferencia de prensa. Preguntada por enésima vez sobre su presunta inclinación a trabajar en películas en las que aparece ligera de ropas, Winslet contestó que «honestamente» no disfruta «estando desnuda frente a la cámara», pero que es parte de su trabajo. Confesó también que leyó el libro hace seis años y que vio en él una «excelente novela de amor». La actriz, que fue elegida para sustituir a Nicole Kidman cuando la estrella australiana quedó embarazada, confesó que no lee las entrevistas y que en su casa no entra nada que escriban sobre ella. «Actuar es mi pasión, no puedo leer lo que otros dicen de mí», concluyó la protagonista de Titanic .
Ralph Fiennes, que da vida a Michael de adulto, viene a completar este elenco de actores bien dirigidos que ayer eclipsó el resto de las películas del festival. The Reader no compite por el Oso de Oro, pero acaparó toda la atención frente al convincente drama danés de Annette K. Olesen Soldadito, sobre una mujer que acaba de regresar de la guerra de Irak y tiene que lidiar con sus traumas, y la tragicomedia fantástica del galo Francois Ozon sobre el bebé Ricky , al que le crecen nada menos que alas.