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Natasha Richardson fallece a los tres días de su caída de esquí

Efe

CULTURA

20 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La actriz Natasha Richardson, penúltimo eslabón del clan Redgrave y esposa del también actor Liam Neeson, falleció en el hospital de Nueva York donde había sido ingresada tras un grave accidente de esquí en Canadá, según informó ayer un portavoz de su familia.

Richardson, de 45 años, se encontraba en la unidad de cuidados intensivos del Lenox Hospital Hill, de Nueva York, donde la acompañaban su madre, la actriz Vanessa Redgrave, y su marido, Liam Neeson, con quien se había casado en segundas nupcias y tenía dos hijos adolescentes.

La actriz sufrió un grave accidente el pasado lunes en Mont Tremblant, en las cercanías de Montreal, en Canadá, mientras recibía una clase de esquí con sus hijos. En principio, Richardson pareció haber salido ilesa de la caída, se levantó e incluso bromeó con su instructor sobre el accidente. De regreso a su habitación del hotel, una hora más tarde, empezó a quejarse de dolores de cabeza. La actriz fue trasladada luego desde Montreal a Nueva York en un avión privado, acompañada de su esposo, el actor irlandés Liam Neeson,

Cuando ocurrió el accidente, Neeson rodaba Chloe en Toronto, junto a Julianne Moore. La edición digital de New York Post y la revista E-On Line informaban ayer de que la familia de Richardson había decidido la desconexión de los aparatos que la mantenían con vida. Ambos medios citan fuentes cercanas a los familiares de Richardson, que añadieron que cuando el martes ingresó en el hospital neoyorquino fue diagnosticada de muerte cerebral. Una portavoz de la oficina de medicina forense de Nueva York confirmó anoche que la actriz murió a causa de un «coágulo en la meninge producido por un fuerte golpe en la cabeza».

Premio Tony

La actriz fue reconocida internacionalmente por su carrera, heredada en parte de su madre y su ya fallecido padre, el director Tony Richardson.

Natasha Richardson ganó en 1998 un premio Tony, el más importante de la crítica de Broadway, por su actuación en el musical Cabaret ; además, fue reconocida por sus actuaciones en otras películas y obras de Broadway, como en Anna Christie , en la que conoció a su marido.

La actriz desarrolló una carrera artística marcada por la profesionalidad, la elegancia y la discreción, valores que la pusieron a las órdenes de Paul Schrader y Volker Schlöndorff y que le reportaron un Tony en teatro.

Richardson arrastró el peso de ser hija de uno de los miembros fundadores del free cinema inglés, Tony Richardson, y de una gran dama de la escena y el cine británicos, Vanessa Redgrave, y con una carrera cinematográfica notable pero nunca brillante, fue en las tablas de Broadway donde vivió sus mayores éxitos.

Allí consiguió la difícil tarea de reinventar el personaje de Sally Bowles, la protagonista de Cabaret de Bob Fosse, que, en las manos de Sam Mendes, la consagró como una actriz polifacética.

En su camino se cruzó también Liam Neeson, con el que formó una de las parejas menos problemáticas de Hollywood desde que coincidieron en el rodaje de Nell , vehículo a la mayor gloria de Jodie Foster.

Natasha Richardson llegó al cine de niña con películas dirigidas por su padre e interpretadas por su madre, como La carga de la brigada ligera (1968), o protagonizadas por su padrastro, Franco Nero, La policía detiene, la ley juzga (1973). Sus primeros trabajos en el teatro la consolidaron como la promesa que descubrieron los directores más prestigiosos de los ochenta: Gothic (1986), Patty Hearst (1988), y después, El placer de los extraños (1990).