Antonio Vega recibe el último adiós de sus colegas de la música

Ch. L. Monjas

CULTURA

14 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Sensible, generoso, poeta, humilde, amigo, músico, grande. Estas fueron las palabras más repetidas en la multitudinaria despedida a Antonio Vega, a quien familiares, amigos, fans y músicos, muchos músicos de todos los estilos y generaciones, dieron el último adiós. La sala Manuel de Falla de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), donde se instaló su capilla ardiente, se quedó pequeña para acoger a todos los que querían rendir homenaje al cantante y compositor madrileño, que hoy será incinerado en el cementerio de la Almudena.

La cita era a la una de la tarde, pero desde las nueve de la mañana había gente haciendo cola en las inmediaciones de la SGAE, donde se concentró mucha camiseta y gafa negra, incondicionales del cofundador del grupo Nacha Pop que aliviaron la espera con pitillos y coca-colas, y aplaudieron respetuosamente cuando llegó el féretro con los restos mortales del creador de Chica de ayer , Se dejaba llevar y El sitio de mi recreo . La sala Manuel de Falla se transformó para rendir homenaje al que fue mucho más que uno de las más significativos representantes de la Movida madrileña. Una foto de Antonio Vega cantando, tres guitarras, un piano, un cajón, un micrófono y muchas coronas firmadas por Andrés Calamaro, los hermanos Campillo, Joaquín Sabina. Los Secretos, Loquillo y el PSOE, entre otros, recibieron a los padres y a los tres hermanos del también guitarrista, a quien muchos de los visitantes dieron las gracias por su música y, tras dejar flores sobre su féretro y en el suelo, prometieron que nunca le dejarían caminar solo.

«Era un tío grande»

Una de las primeras en llegar fue Alba Flores, la hija de Antonio Flores, de quien Antonio Vega era gran amigo. La joven salió con su tía Lolita, quien, muy emocionada, solo dijo que lo admiraba mucho. Los Secretos, Los Trogloditas, Miguel Ríos, Nacho Campillo, Massiel, Manolo Tena, Carlos Jean, Luis Auserón, Arturo Pareja Obregón, Teo Cardalda y Paola Dominguín, que fue con Vega al colegio, fueron algunos de los primeros rostros conocidos que se acercaron al velatorio, al que tampoco faltó Sole, ex de Presuntos Implicados, para quien la muerte de Antonio Vega deja «un hueco muy grande. Fue un gran autor». «Su forma de vida nos tenía a todos en vilo y dejó su música en segundo plano», señaló.

Al que le costaba hablar ayer era a su primo, Nacho García Vega. Destrozado, el miembro fundador de Nacha Pop indicó que los padres de Antonio, que han sobrevivido a tres hijos, y sus tres hermanos, «están hechos polvo. Era un tío grande, un campeón».