Ganadora de un Oscar y nombrada por Chavela Vargas como su heredera, presenta un disco sobre los curanderos mexicanos
20 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Su madre era una indígena mixteca y su padre un cineasta norteamericano. Tras criarse en un pueblo del estado mexicano de Oaxaca, profundizó en sus orígenes al estudiar Bellas Artes en California, Voz y Antropología en la Universidad de Minnesota y el simbolismo de los productos textiles indígenas mexicanos en Oaxaca. Sus dos mitades artísticas -que podríamos llamar Lila y Downs- siguieron creciendo al enamorarse del músico Paul Cohen, con quien comenzó a componer. Con este bagaje, pocos artistas pueden representar mejor la manoseada palabra fusión . Tras ganarse el respeto artístico en medio mundo, esta mexicana consiguió la fama tras ganar un Oscar por la banda sonora de la película Frida (2002). El viernes y el sábado presentará en el Coliseo de A Coruña y el Centro Cultural Caixanova de Vigo su nuevo disco, Ojo de culebra , que compuso tras su experiencia con una curandera.
-Tras ser elogiada por la crítica mundial por discos innovadores y comprometidos, en su nuevo álbum se ha destacado el punto festivo de los temas.
-Sí, en principio parecía muy difícil componer canciones que trataran sobre la sanación...
-Parece más tema para un documental.
-[Risas] Sí. Ha sido un reto componer temas que fueran divertidos sobre la sanación.
-La idea surgió tras recibir cuidados de una curandera.
-Estaba muy mala de la garganta y del espíritu, y esta sanación con la herbolaria mexicana me ayudó mucho. Es una tradición que siempre me ha interesado desde que estudié antropología e incluso antes, porque mi abuela curaba con plantitas.
-Me imagino que recomienda ese tipo de medicina.
-Sí. Aunque muchas veces pensemos que solo se trata de superstición y no se analiza la parte más formal, que consiste en una información que se ha transmitido durante cientos de años. Es la madre de la medicina occidental.
-En el disco destacan las colaboraciones de La Mari de Chambao, Bunbury, Mercedes Sosa y Rubén Albarrán, de Café Tacuba.
-No fuimos muy conscientes de lo que hacíamos. Más bien fue decir «vamos a invitarlos, a ver qué dicen». A todos los conozco hace años.
-Aparte de temas propios, ha incluido versiones de temas como «Black Magic Woman», de Peter Green.
-Tenía que ver con el tema del disco y es una canción sobre la que sabes que hay algo, pero no entiendes muy bien lo que necesitas de ella. Es un misterio.
-Su marido, Paul Cohen, es también su pareja artística. ¿Qué tal combina la relación profesional y la personal?
-De gira es un poco difícil [risas].
-Demasiada convivencia.
-[Risas] Demasiada. Además, los espacios cuando estás de gira son demasiado pequeños.
-Otra persona que parece que tiene muy cercana es Chavela Vargas, que hace poco la nombró como su heredera musical.
-Ay, ay, ay. Imagínate que digan eso de ti. En México no la toman muy en serio porque opina de muchas cosas. La quiero y le agradezco mucho lo que ha dicho.
-Otro de los reconocimientos que le ha ayudado a ganar público es el Oscar por la banda sonora de «Frida».
-Para los músicos que quieran salir de su país para girar, está bien tener la ayuda del cine, sobre todo si tiene que ver con tu parte creativa.
-¿Conoce música gallega?
-Canté en un disco de Luar na Lubre y conozco la música de Carlos Núñez.