Solamente una película nacional consigue colarse entre las diez más vistas de la semana
28 may 2009 . Actualizado a las 11:26 h.Contra viento y marea, sin que la crítica le haya dado vela en el entierro pero con un cortejo que ya suma el millón de espectadores, la comedia Fuga de cerebros es líder absoluta del cine español en lo que va de año. Con el apoyo de Antena 3, el pamplonica Fernando González Molina, forjado en episodios de la televisiva Los hombres de Paco , toma el modelo de la comedia de adolescentes descerebrados a la americana para reunir a un puñado de actores ya vistos en numerosas teleseries españolas.
Veteranos como Antonio Resines, Álex Angulo, Fernando Guillén y Loles León, y noveles como Mario Casas, Alberto Amarilla y Amaia Salamanca, recrean una comedia coral sobre varios estudiantes que se plantan en Oxford para hacer de las suyas, sin rechazar la escatología y el chiste grueso. Es imposible encontrar una crítica favorable y son legión los internautas mosqueados, pero se vino de Málaga con el Premio del Público y está derrotando por goleada al mismísimo Almodóvar y su Los abrazos rotos, aparte de haberse cargado ya en su cuarta semana en cartel a millonarias producciones made in Hollywood, como Star Trek y Hannah Montana: la película y a punto de alcanzar a X-Men Orígenes: Lobezno. Con todo, lo sorprendente es que Ángeles y demonios resista con fuerza a Noche de museo 2, que asomaba a la cartelera española con ánimo de arrasar como comedia para todos los públicos, con el exitoso precedente del original hace un par de años. Por lo visto no fue así, y los poco más de 300.000 espectadores que la eligieron no llegaron para superar a la intriga vaticana de Robert Langdon en la piel de Tom Hanks ya en la segunda semana y a punto de hacerse con un bruto de diez millones de euros. El mismo público al que se destinaba Ben Stiller y su aventura museística prefirió mantenerse en Hannah Montana: la película. Como era de esperar, dos películas destinadas a público exigente, como la comedia italiana Vacaciones de ferragosto (loada por la crítica) y el drama Good, con Viggo Mortensen reconvertido a nazi, apenas interesaron a un puñado de espectadores. La sensatez se impone en la escasa acogida a Fighting: Puños de asfalto , que en quince días no alcanza los 70.000 espectadores. Ahora bien, lo preocupante es que haya solamente una película española entre las diez primeras y que en el 2009 se hayan perdido ya millón y medio de espectadores respecto al 2008.