La ministra de Cultura no compromete fondos para el Gaiás y dice que estudiará cómo apoyarlo
CULTURA
Antes de firmar el convenio para desbloquear la recuperación del pórtico de la Gloria, la ministra de Cultura despachó en el Pazo de Raxoi sobre diversos asuntos con el jefe del Ejecutivo autónomo. Finalizado el encuentro, que comenzó con tantos minutos de retraso como a la postre duró (36), Ángeles González-Sinde y Alberto Núñez Feijoo comparecieron ante la prensa juntos, pero no en total armonía.
El popular acababa de entregar a la socialista un dosier de peticiones donde, entre otras, había incluido varias referidas al complejo que la Xunta construye desde febrero del 2001 sobre un monte a las afueras de Compostela. Quiere esta última, a tenor de lo allí expuesto, que Madrid se implique en la financiación de las obras del Gaiás, presupuestadas provisionalmente en 475,9 millones de euros, así como en su gestión ulterior. Y también que aclare a qué se refería exactamente el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando elevó la actuación a la categoría de «proyecto de Estado».
A preguntas de los medios de comunicación, no obstante, González-Sinde no garantizó fondos estatales -máxime en el actual contexto de «restricciones presupuestarias», apostilló- que contribuyan a sufragar la ejecución de la Ciudad de la Cultura, que consta de seis edificios: cuatro con inauguraciones previstas para el bienio 2010-2011, uno paralizado sine díe desde el 2009 y otro cuyo levantamiento ha sido ralentizado al máximo. Tampoco se comprometió a adoptar fórmulas concretas de colaboración en el campo del gobierno de las instalaciones.
Simplemente, la ministra se limitó a aseverar que su departamento «estudiará» cómo apoyar el recinto y «en qué aspectos sería más necesario [hacerlo]». «Veremos si esas posibilidades de cooperación -espetó- se pueden concretar». Destacó, asimismo, que «en ejercicios anteriores» su departamento ya había prestado respaldo al Gaiás, si bien hasta ahora la única contribución del Ejecutivo central al polémico proyecto se reduce a la concesión, en enero del 2008, de 256.092 euros de subvenciones en el marco de un programa global concebido para la creación, transformación, difusión y preservación de contenidos digitales.