Subastan una edición de obras de San Agustín que ilustra la ruptura con Roma

EFE

CULTURA

Tienen un precio estimado de entre 200.000 y 300.000 euros.

07 abr 2010 . Actualizado a las 14:10 h.

Una edición anotada en veinte volúmenes de las obras de San Agustín que, entre otras cosas, arroja luz sobre uno de los períodos más turbulentos en la historia religiosa de Inglaterra, la ruptura del rey Enrique VIII con Roma, se subastará el 18 de mayo en París.

Sotheby's ha anunciado la venta de una primera edición, muy rara y perfectamente conservada, de las obras completas de San Agustín a cargo del gran humanista Erasmo, que tienen un precio estimado de entre 200.000 y 300.000 euros.

Lo que hace muy especial esa edición, según la casa de subastas, son los miles de pequeñas correcciones, enmiendas y comentarios en letra roja, que no se han estudiado hasta ahora sino en parte.

Para muchos teólogos, san Agustín de Hipona (354-430), filósofo y uno de los cuatro más importantes Padres de la Iglesia, fue una figura central en el desarrollo de la cristiandad, y sus enseñanzas tuvieron un profundo impacto en Lutero y otros grandes reformadores.

Según Frédrique Parent, especialista en libros y manuscritos de Sotheby's París, la edición de San Agustín es de la máxima importancia histórica, ya que ofrece «una nueva perspectiva sobre la evolución del pensamiento doctrinal de Lutero hacia el final de la su vida».

«Documenta el momento en que, antes de tomar la senda anglicana, Enrique VIII pensó en una alianza con los luteranos más radicales, y refleja las tensiones políticas de la época», explica Parent.

La obra se imprimió en Basilea (Suiza) entre 1529 y 1532, dos años después de la ruptura de Enrique VIII con Roma.

El monarca inglés envió una delegación de reformistas a Wittenberg para que abogara por su causa ante Martín Lutero y sus correligionarios.

Los ocho meses de conversaciones que siguieron no condujeron a nada, pero las anotaciones documentan lo que estaba sucediendo y las maniobras que se llevaron a cabo.

Así, por ejemplo, cuando en 1535 Enrique VIII ordenó ejecutar al teólogo y humanista Tomás Moro y al cardenal John Fisher, obispo de Rochester, por haberse negado ambos a firmar el Acta de Supremacía, que declaraba al Rey única cabeza suprema en tierras de la Iglesia de Inglaterra, los negociadores del monarca argumentaron que aquél defendía una «buena causa» y aspiraba al «evangelismo».

Las anotaciones muestran lo tremendamente importante que fue San Agustín y su tesis de la salvación mediante la gracia para la evolución del pensamiento teológico de Martín Lutero y del protestantismo en general.

Sólo se ha descifrado un 40 por ciento de las anotaciones, en latín y alemán, y es posible que, si se profundiza en el estudio de la edición, se consiga saber el nombre de su autor, alguien próximo a Lutero.

Dicho autor anotó más de 8.000 páginas con observaciones que incluyen más de 400 comentarios doctrinales, tanto de Lutero como de Felipe Melanchton, Wenceslao Linck y George Spalatin.

Una de las anotaciones explica una xilografía contenida en la Biblia de 1534 de Lutero que muestra a Dos Testigos frente a un monstruo del Apocalipsis que escupe fuego por la boca: se trata de Lutero y Melancton, mientras que el monstruo es el Papa.

Según el anotador, los dos hombres representan en realidad a San Pablo, el autor de las Epístolas, y a San Juan, al que se debe el Apocalipsis, fundamentos ambos de la nueva fe protestante.