El autor, que trabaja para las grandes editoriales americanas, participa en el salón coruñés del cómic.
14 ago 2010 . Actualizado a las 13:20 h.Sus innumerables trabajos para el mercado americano hacen de Carlos Pacheco, probablemente, el autor de cómics español con mayor proyección y tirón comercial internacional. Leyendas del tebeo de superhéroes como Los 4 Fantásticos, los Vengadores, X-Men, Flash, Batman o el mismísimo Superman han pasado por los pinceles de este gaditano con tan buen resultado que se ha asegurado un lugar privilegiado en el difícil y competitivo mundo del cómic en EE.UU., aunque no haya resultado del todo fácil: «Allí las cosas son tan complejas que podrían compararse con andar en bici, si te paras tan solo un segundo, te caes», asegura el dibujante, que estos días participa en el salón del cómic coruñés Viñetas desde o Atlántico.
En esto de cruzar el charco, Pacheco es pionero, algo a lo que resta mérito: «Fue extraño, pero realmente no hice nada para que ocurriera. Por aquel entonces pensábamos que trabajar para Marvel o DC era algo imposible. Pero alguien vio mi trabajo y le gustó, sin más». Pero al margen de su modestia, sí recuerda aquella llamada como un sueño hecho realidad: «La primera vez que me llamaron de Marvel me sudaban las manos. Era sobrepasar el límite de tus propios sueños. Había crecido leyendo las historias de esos personajes, escritas por unos autores que consideraba inalcanzables... Y ahora los conozco a todos».
Tras haber dibujado a los héroes más famosos de la historia, le cuesta quedarse con uno solo como favorito: «Hay colecciones de las que guardo recuerdos más o menos agradables, pero eso depende más de circunstancias personales que del personaje en sí. Además, yo antes que nada soy aficionado, así que lo que intento es hacer mío al personaje. Por ejemplo, Superman nunca fue de mis favoritos. Pero el reto fue hacer que me terminase gustando. Y de esos trabajos son de los que, finalmente, terminas sintiéndote más orgulloso», afirma. Eso sí, cuando se le pregunta por algún héroe al que todavía no haya plasmado en papel y al que le gustaría hincarle el diente, no lo duda: «Spiderman. Estuve a punto, pero finalmente no salió ese proyecto».
Trabajar para las legendarias editoriales americanas es algo que, bien por ambición o por necesidad, ha ido consiguiendo un número cada vez mayor de autores españoles desde que Pacheco abrió el camino: «EE.?UU. ha encontrado en España una gran veta de talento en la que buscar dibujantes», confirma.
Más apoyo y protección
Echa de menos en España más atención a un medio que poco a poco va afianzando su dignidad, como sucede en Francia: «Debería existir mayor cuidado y protección con el cómic español. Recalcar las particularidades que lo diferencian de cualquier otro producto internacional. De ese modo, puede que no se consiguieran álbumes superventas, pero sí se daría salida a esos autores de enorme calidad que no tienen sitio en otros mercados», apunta.
De todos modos, y según matiza el dibujante, tampoco Estados Unidos es el paraíso perfecto para el cómic: «Tienden a considerar la historieta como un paso previo al gran negocio, que es el cine o los videojuegos, y eso desvirtúa el concepto del cómic».