Muere en Buenos Aires Rodolfo Fogwill, excelso cuentista y auténtico látigo de la sociedad argentina
CULTURA
Rodolfo Enrique Fogwill nació en Quilmes, cerca de Buenos Aires, el 15 de julio de 1941. Tras abandonar los estudios de Medicina y Filosofía, se licenció en Sociología.
23 ago 2010 . Actualizado a las 11:05 h.Ha muerto Rodolfo Fogwill. Con él las letras argentinas pierden una de sus voces más singulares, vitriólicas y controvertidas. Provocador, ácido, mordaz, contradictorio y divertido hasta la desmesura, Fogwill, excelso cuentista, fue una especie de látigo de la sociedad argentina, capaz de colocar a sus compatriotas ante el espejo de unos defectos y excesos que él encarnó como nadie y que le granjearon más enemigos que amigos. Sus restos mortales fueron, con todo, velados en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.
Fumador empedernido, Fogwill jamás renunció al tabaco que le causó el enfisema pulmonar que le ha costado la vida. Setenta intensos años que se consumieron en la madrugada del domingo en la unidad de cuidados intensivos de un hospital bonaerense.
Cuentos imprescindibles
Rodolfo Enrique Fogwill nació en Quilmes, cerca de Buenos Aires, el 15 de julio de 1941. Tras abandonar los estudios de Medicina y Filosofía, se licenció en Sociología. Desarrolló una brillante carrera como publicista y responsable de márketing de un buen puñado de empresas antes de alternar esta labor profesional con la literatura. Poeta, ensayista y narrador, escribió versos, cuentos y novelas sobre la comunicación, literatura y política.
Poeta desde siempre, se estrenó y consagró en la narración con sus cuentos. Su carrera literaria se impulsó en 1980 gracias al relato Muchacha punk . Autor de cuentos magistrales, derivó luego hacia la novela con títulos como La experiencia sensible , La buena nueva , Una pálida historia de amor , Vivir fuera -premio nacional- o Los pichiciegos , narración breve que se juzga como imprescindible. Publicada en 1983, es una sátira en la que anticipa la derrota argentina en la «absurda» guerra de Las Malvinas contra los británicos y que escribió en seis días y cargado de doce gramos de cocaína.