Michael Douglas: «Lo que pasa en Wall Street empezamos a contarlo nosotros hace 20 años»

Angélica Martínez

CULTURA

En pleno combate contra un tumor de garganta que le diagnosticaron en agosto, el actor vuelve a la gran pantalla con una segunda parte de la película de Oliver Stone que le dio un Oscar en 1988

08 oct 2010 . Actualizado a las 11:12 h.

Pocas semanas después de anunciar que sufre un cáncer de garganta, Michael Douglas se reunió con la prensa en el hotel Ritz de Nueva York para hablar de la secuela de Wall Street y confirmar que él y su esposa, Catherine Zeta-Jones, renovarán sus votos matrimoniales en el décimo aniversario de su boda. «Ahora mismo pienso solo en el día a día, pero tenemos pensado organizar una gran fiesta en el hotel Plaza, el lugar donde nos cansamos», anunció. El actor acababa de llegar de Connecticut, donde descansó de la última sesión de quimioterapia, y apareció tranquilo, con buen semblante a pesar de las ojeras, y bastante más delgado, aunque encantado de departir sobre su última película, Wall Street: el dinero nunca duerme, en la que repite en el papel del banquero Gordon Gekko, por el que ganó un Oscar en 1988.

A sus 65 años, Douglas afronta meses difíciles: primero por la entrada en prisión de su hijo Cameron (fruto de su matrimonio con Diandra Zouker), que fue sentenciado a cinco años de cárcel por tráfico de drogas, y después por la aparición del cáncer. En semejante situación, el actor reconoció que se siente abrumado y agradecido por el apoyo que está recibiendo de sus compañeros de la industria y sus fans, y aseguró que mantiene una actitud positiva, acompañado en todo momento por su esposa, la actriz británica de la que se enamoró al verla en La máscara del Zorro, y sus dos hijos en común, de 9 y 7 años. Según The American Cancer Society, ocho de cada diez cánceres de garganta se desarrollan en fumadores. Los tumores de lengua y garganta tienen un alto porcentaje de cura, aunque los efectos secundarios suelen ser bastante extensos. Michael Douglas, que se encuentra en la cuarta semana de sus ocho de quimioterapia, mantiene un buen aspecto y llegó a la cita vestido con una chaqueta azul, vaqueros y camisa blanca.

-¿Cómo se encuentra?

-Ahora mismo, en un momento de evaluación de mi vida. Me enfrento al cáncer día a día y me mantengo muy filosófico ante la situación. Soy optimista y tengo esperanza. Estoy entusiasmado con el éxito del estreno de esta película, de la que estoy muy orgulloso... Y el resto de mi tiempo es un asco [bromea]. En esta mano de cartas que es mi vida yo he sido afortunado en muchos momentos y uno de ellos fue hacer esta película que combina la rareza de un buen guión, un gran equipo de actores y un gran director. Eso no ocurre muchas veces porque siempre suele faltar una pieza. Por eso estoy tan agradecido. Para mí es maravilloso descubrir la expectación que ha despertado la cinta y estoy feliz por todo el equipo.

-¿Qué está aprendiendo de sí mismo con esta enfermedad?

-El mayor temor cuando el cáncer se manifiesta es que se extienda. Yo lo tengo por encima del cuello y las expectativas son buenas. He sido bebedor y fumador durante años, pero el pronóstico es bueno. El tratamiento va bien. Estoy siguiendo una intensiva combinación de radiación y quimioterapia, y ahora mismo estoy a mitad de camino. Gracias a Dios, cuento con el apoyo de mi familia, aunque no hay mucho que se pueda hacer, más allá de seguir con el programa establecido. En todo caso, la mayor sorpresa ha sido descubrir el mundo del cáncer y a los supervivientes del cáncer, que se han convertido en mi gran apoyo. Su ánimo genera energía en los que lo estamos padeciendo y eso es algo maravilloso.

-¿Es cierto que tiene intención de viajar con su mujer y sus hijos durante un año por todo el mundo?

-Mi itinerario es de mi casa al hospital, no pienso en otra cosa. Creo que he hecho en mi carrera unas 40 películas, he producido otras y ahora, con el cáncer, no dejo de pensar en lo que he hecho con todo mi tiempo libre. Quiero viajar, quiero llevarme a mis hijos a recorrer el mundo, sí, pero ese viaje tiene que hacerse en el momento adecuado.

-¿Por qué decidió rodar la continuación de «Wall Street»?

-Porque para mí siempre es una satisfacción ponerme a las órdenes de Oliver Stone.

-El filme confirma a Shia Labeouf como nuevo héroe de Hollywood. ¿Cómo ve a esta nueva generación de actores?

-Gekko es un personaje maravillosamente escrito por Oliver Stone, Stanley Weiser y Alan Loeb, pero yo no tenía la responsabilidad de la película. Recayó sobre Shia y su interpretación hizo que el filme fuese tan sofisticado. Es un gran profesional, uno de los mejores actores con los que he trabajado, su metamorfosis para crear el personaje fue sensacional. Y es cierto que los actores jóvenes estadounidenses no tienen la mejor reputación en cuando a disciplina se refiere, pero él no es así: ha hecho un excelente trabajo y se preparó al detalle.

-Es la segunda vez que usted repite personaje. Ya lo hizo en «Tras el Corazón Verde» y en «La joya del Nilo». ¿Por qué decidió repetir el papel de Gordon Gekko veinte años después?

-Este papel es único. Cuando estudias las carreras de los grandes actores siempre están definidas por los villanos o por la oportunidad de representar personaje coloridos y bien descritos, como Gekko. He esperado veinte años para repetirlo y no me costó nada decir que sí a Oliver porque, como comenté antes, quería volver a ponerme a sus órdenes. Creo que, al contrario que las mujeres, los hombres tenemos mejores resultados interpretando a villanos.

-Como actor, ¿cuál es la gran diferencia en su carrera desde la primera vez que interpretó a Gekko?

-Este personaje cambió mi vida, me brindó un Oscar. Veinte años atrás, cuando llegó el personaje a mis manos, el momento en mi carrera era crucial. Yo era la tercera opción que manejaba Oliver [Stone] para el personaje de Gekko, un hombre con una personalidad diferente. Y la decisión de desmontarlo de su armadura despertó cierta inseguridad en mí y llegué a ponerme nervioso, pero para cualquier actor la posibilidad de ampliar el arco de un gran personaje siempre es tentadora. Con esta secuela hemos terminado con la preconcepción que el público tenía de Gekko y eso hace que la historia sea tan interesante.

-¿Dudó a la hora de mostrar las debilidades interiores de Gekko, como ocurre en esta secuela?

-La decisión de destripar los sentimientos de Gekko ha sido lo más interesante de mi trabajo en esta película.

-¿Cree que ahora es mejor actor que hace veinte años?

-Espero que sí, todos queremos mejorar en nuestro trabajo. Sería deprimente si no aprendiera de cada cosa que hago. Y en estas dos décadas he interpretado muchas películas...

-¿Cree que esta película se acerca a la realidad de lo que ha pasado en Wall Street?

-No lo sé. Yo trabajo en la industria del entretenimiento. Prefiero no pensar en la audiencia, en lo que habrá sufrido. Obviamente, esta película se ha inspirado en la realidad, pero no podemos olvidar que nosotros empezamos a contarla hace veinte años.