Los fondos artísticos de las entidades cobran protagonismo

Mercedes Rozas

CULTURA

Las cajas, que habían puesto el listón alto, echan mano ahora de estrategias imaginativas a partir de sus propias colecciones

13 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En la política cultural de las cajas gallegas se ha procurado en estos últimos años aunar distintos modelos expositivos, traducidos en una programación tan plural y diversa como el público con el que han querido simpatizar. Partiendo de un principio de calidad, enfocado a la exhibición en general de nombres acreditados, y de una programación sólida y poco dada a la aventura, el nivel alto de actuación estaba asegurado. Se trabajó, como es de esperar en este tipo de instituciones, con garantías de éxito.

Algunas de las actuaciones llevadas a cabo fructificaron gracias a importantes acuerdos con instituciones como el Museo Dolores Olmedo, de México, el Rijksmuseum de Ámsterdam y el Museo del Prado.

Las individuales internacionales organizadas por la Fundación Caixa Galicia fueron un referente ineludible que ayudó a consolidar el prestigio de la entidad. Por primera vez, entre el 2007 y 2009, se pudo ver en Galicia una selección de obras de Tamara de Lempicka, Frida Kahlo, Diego Rivera, Tarsila do Amaral, Kounellis, Beuys o Botero.

Por su parte, Caixanova puso especial énfasis en las muestras de colecciones como las del Grupo Cobra, El Paso, los Nabis o la Escuela de la Haya, pero no olvidó un espacio significativo al que desde Vigo se presta mucho interés, el dedicado a los artistas gallegos.

Antón Pulido, Xosé Luís de Dios, Antonio Quesada, Facal y Antón Costa fueron algunos de los creadores que pasaron por sus salas.

La situación económica y el largo trance de la fusión llevaron a ambas instituciones a frenar las compras en galerías y ferias y a ralentizar el proyecto cultural internacional en el que se habían embarcado. Fue una coyuntura que se hizo más evidente, si cabe, desde el 2010 en Caixa Galicia, que había puesto el listón muy alto en los últimos años. Se recurrió entonces a estrategias imaginativas con el proyecto Miradas , organizado con los magníficos fondos artísticos de esta fundación. Caixanova echó igualmente mano de sus adquisiciones para la cita De nova materia y para la revisión de Cen anos de arte galega .