El volumen incluye dos discos con la música tocada por el escritor y sus poemas musicados por otros
20 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Una intensa vida y una trágica muerte. No fue una estrella del rock pese a la descripción, pero Federico García Lorca fue un poeta popular en el sentido más abierto de la palabra. La bibliografía de este escritor que coqueteó con Galicia y con el gallego se amplía gracias a la Fotobiografía sonora que acaba de publicar la editorial gallega Ouvirmos, un repaso por la imágenes de su vida y por la música que tocó y la que tocaron por él.
Doscientas páginas y dos discos son el panorama que ofrece el nuevo libro de la editorial Ouvirmos sobre Federico García Lorca. Por una parte, una biografía fotográfica con nueve capítulos y un epílogo; por otra, un estudio que repasa la actividad musical de Lorca y explica el contenido de los discos que acompañan a esta publicación.
El itinerario vital que traza el libro por medio de imágenes es cronológico y comienza con la familia de Lorca acomodada en Granada, retratos del poeta y de su familia que dejan paso a la vida estudiantil y la prontitud con la que empezó a viajar. Andrés Soria Olmedo, responsable de la fotobiografía, sitúa esa primera etapa a distancia de la familia en la residencia de estudiantes y en la relación con Manuel de Falla.
Desde ese momento, la biografía fotográfica de Lorca es también un documento de su época porque el poeta, además de escribir o hacer teatro, tuvo el don o el acierto de ir trabando amistad con las caras que, en más de un sentido, marcarían algunos protagonismos artísticos de esa época que, tanto en España como en el mundo, fue prebélica.
Salvador Dalí, Luis Buñuel, Juan Ramón Jiménez, Alfonsina Storni, Pablo Neruda, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre son retratos que se pueden ver en esta biografía del poeta fusilado al amanecer y, aunque el primero de ellos tenga un protagonismo especial en el libro y en la historia del poeta, la profusión de imágenes explica el uso habitual de la fotografía en aquellos años de entreguerras y, quizá, también el hecho de que Lorca fuese uno de los poetas más fotografiados de su tiempo.
Eduardo Blanco Amor es otro de los protagonistas del volumen, más como autor que como retratado. El libro incluye esa serie de fotos que el escritor ourensano realizó al poeta andaluz en su casa de Granada.
Fotos del poeta a su regreso a la casa familiar, con sus sobrinos o con su madre, tocando el piano. Fotos realizadas en el verano de 1935 y una de ellas especialmente icónica en la que Lorca es fotografiado en plano americano y enfundado en un mono de trabajo, firmada a mano por Blanco Amor.
El otro gran protagonismo del libro son los viajes del escritor. Los dos fundamentales ultramarinos, el que lo llevó a Nueva York y, después, a Cuba, y el que lo llevó al sur del mismo continente, a Buenos Aires y a Montevideo.
También fueron años de viajes los que con el grupo de teatro La Barraca recorrió España montando obras de un repertorio amplísimo con textos suyos y clásicos.